Escapes regulares de partículas radiactivas se registran en la mayoría de las plantas nucleares de Estados Unidos, según las recientes investigaciones realizadas en instalaciones de ese país.
El tritio, que es una forma radiactiva del hidrógeno, se fuga en al menos 48 de las 65 centrales atómicas, como demuestran los estudios. A través de tuberías corroídas, este elemento se filtraba en el subsuelo y en las aguas subterráneas. En algunos casos la concentración permitida superaba la norma en cientos de veces.
Según la opinión de los expertos, la causa del problema reside en lo costoso que resulta prevenir los escapes, lo que lleva a las autoridades a situar los intereses de la industria por encima de la salud pública.