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La junta militar egipcia recibió ayer el
mensaje de rechazo más contundente desde que se hiciera oficialmente con las riendas del país hace nueve meses.
Decenas de miles de egipcios, en su mayoría islamistas, volvieron a abarrotar ayer la plaza Tahrir para
protestar contra el intento de los militares de asegurarse poderes por encima de la Constitución y el propio Parlamento.La protesta, que eleva la tensión política apenas diez días antes de las primeras elecciones libres en Egipto, tuvo réplicas en las principales ciudades del país.
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Hoy empieza una segunda revolución», aseguraba el médico Samir Mohamed, que junto a un grupo de liberales marchó ayer hasta Tahrir desde el barrio de Mohandisin. «
Necesitamos una nueva era para Egipto, que sean los propios egipcios los que gobiernen y no un grupo de militares que son la esencia del antiguo régimen», señaló el doctor, una demanda que podía escucharse en todos los rincones de la plaza.
Los egipcios rechazaron ayer la propuesta de principios supraconstitucionales que quiere imponer el Ejército y criticaron a los militares por retrasar su traspaso del poder, que se había previsto para el pasado septiembre pero que, según la actual hoja de ruta electoral, no sucederá al menos hasta 2013.