España ostenta el mando del sector Este, uno de los dos en los que se divide la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), presente desde 1978, y encargada de controlar la frontera junto al Ejército libanés. Su objetivo formal es hacer de «interposición» entre Israel y las tropas libanesas, pero la última guerra en el sur del país ha revelado que su función era facilitar a Israel las posiciones de la resistencia.
El contingente español, compuesto por 650 soldados, se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún, y al mando del Cuartel General del sector Este, una especie de «sandwich» entre el territorio libanés y los altos del Golam, ocupados por Israel.
Lo cierto es que la FINUL es un mero postureo al que España contribuye activamente y que realmente no se interpone ante ninguna ofensiva sionista. De hecho, el pasado 23 de septiembre el diario libanés Al-Akhbar confirmó que el comando de la FINUL pidió a todos sus trabajadores civiles que salieran con sus familias hacia zonas seguras al norte del río Litani. Al mismo tiempo, la actividad militar de la misión fue suspendida.