El presidente iraní y sus colaboradores están sometidos desde hace 2 meses a violentas críticas de los conservadores religiosos, que les reprochan entre otras cosas el cuestionar la autoridad del Guía Supremo, situación que imposibilita las conversaciones internacionales por su programa nuclear.© DesconocidoLider Supremo iraní Jamenei y Presidente Ahmadinejad
Acusado de sostener la sangrante represión Siria y con las negociaciones sobre el programa nuclear en punto muerto, Irán vuelve a aparecer como una asignatura pendiente.
El presidente iraní
Mahmud Ahmadinejad y sus colaboradores están sometidos desde hace 2 meses a violentas críticas de los conservadores religiosos, que les reprochan entre otras cosas el cuestionar la autoridad del Guía Supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Según reportó el Financial Times, el presidente iraní habría perdido el pulso con el líder supremo, el ayatolá Jamenei, y habría caído en desgracia. Aunque parezca una paradoja, es una mala noticia para Washington, según una tribuna del International Herald Tribune. Ahmadinejad, de alguna manera,
rebajaba el antiamericanismo primario de los religiosos y aceptaba negociar el programa nuclear, aunque fuera para reforzarse.Ahora, con estas divisiones, retomar la negociación parece imposible: "nadie quiere que un eventual acuerdo suponga un riesgo para su carrera política y un fracaso para su rival", concluye a su vez el diario.
La guerra entre Ahmadinejad y el ayatolá Ali Jamenei se convierte entonces en el nuevo obstáculo para la reactivación de las negociaciones por la cuestión nuclear de Irán.