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La fiscalía del condado de Yolo emitió un comunicado señalando que llegó a la conclusión de que había pocas evidencias para probar que el oficial, identificado como John Pike, había usado la fuerza de manera ilegal.
Según el comunicado, los fiscales partían de los hechos reflejados en un informe independiente sobre el incidente, encargado por la Universidad de California. Así, de acuerdo con este informe, los oficiales se dieron cuenta de que se trataba de una movilización hostil y se vieron obligados a aplicar el espray para abrirse camino hacia un sitio seguro.
