El Niño de la Sociedad
Julie: Mami, dile a la policía que se apure. Hay personas muriéndose aquí.!!!
Mamá: Estoy en eso Julie, la policía está en camino. ¿Te atreves a llamarme?
Julie: No.
Julie: Dile a la policía que hay un loco dando vueltas por aquí disparándole a la gente.
La comunicadora, que cubría la fuente de sucesos, fue localizada en la avenida Ruiz Cortines, atrás de la sede del diario Imagen, en la zona metropolitana de la región veracruzana, reseñó Notiver en su página web y confirmada por las autoridades policiales de la entidad.
Para el impreso mexicano, esta sería el segundo suceso fatal que acontece a su equipo de comunicadores. A la muerte de Ordaz de la Cruz, precede la del periodista y jefe de la sección de sucesos, Miguel Ángel López Velasco, el pasado 20 de junio.
Una treintena de jóvenes "indignados" españoles comenzó hoy una marcha a pie en la que se han fijado como meta llegar a Bruselas, la capital europea, el 8 de octubre.
El grupo, que partió esta tarde de la Puerta del Sol de Madrid -convertida en el lugar emblemático de las protestas del movimiento 15-M español-, pretende exponer ante el Parlamento Europeo sus reivindicaciones, según dijeron a EFE minutos antes de partir.
Los militares dijeron que hubo tres sobrevivientes en el accidente, ocurrido cuando el C-130 Hercules intentaba aterrizar en una base en la ciudad de Guelmim procedente de un disputado territorio en el Sahara occidental.
Un residente en la zona dijo a Reuters que una espesa niebla cubría el área en el momento del accidente, que ocurrió a las 0900 (0800 GMT) a unos 730 kilómetros al sur de Rabat. "El accidente, atribuido a las malas condiciones climáticas, causó 78 muertes y (dejó) tres personas con heridas serias", dijeron las Reales Fuerzas Armadas de Marruecos en un comunicado divulgado por la agencia oficial de noticias MAP.

Se detectó sobreexplotación en sectores del agro, construcción, textiles y empleo doméstico.
La trata de personas tanto con fines de explotación sexual como distintas modalidades de trabajo forzado y reducción a servidumbre, entre otros aspectos de la explotación de seres humanos, dentro de sus fronteras nacionales de origen o en el extranjero, constituye la tercera actividad ilegal más rentable en el mundo, sólo superada por el narcotráfico y la venta de armas. Son los nuevos nombres de la esclavitud, un fenómeno histórico y fundamentalmente económico. El comercio de seres humanos constituyó el eje de sofisticados sistemas económicos occidentales como la civilización grecorromana y de grandes áreas de Oriente, sistemas conceptualizados por el marxismo, por ejemplo, como modos de producción esclavistas. Hasta entrado el siglo XIX, enclaves económicos coloniales diseminados a lo largo del planeta siguieron sosteniéndose fuertemente en la esclavitud.
En nuestro espacio histórico geográfico, ya en el período colonial, la actividad que hoy denominamos trata de personas, en sus dos modalidades tipificadas, ya existía. La encomienda era la institucionalización de la trata de personas a miembros de los pueblos originarios. También las mujeres, desde la infancia en muchos casos, eran trasladadas por la fuerza desde sus comunidades originarias hasta las casas de las familias españolas para prestar servicios domésticos.
Informó que la coalición imperial sigue bombardeando desde el Mediterráneo objetivos civiles del país africano para presionar la salida del coronel Muammar Al Gaddafi.
En un documento de 107 páginas, el 11 de julio en curso, la organización Human Rights Watch (cuyo nombre en español sería "Observatorio de los Derechos Humanos") informa que ha obtenido contundente evidencia acerca de las torturas de prisioneros y malos tratos a detenidos alrededor del mundo por el gobierno de George W. Bush entre 1999 y 2008, y al respecto exige una investigación penal al ex presidente y otros funcionarios de su administración, como el vicepresidente Dick Cheney, el jefe del Pentágono Donald Rumsfeld y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet.
El informe de HRW refiere muchas verdades conocidas en el mundo pese a no haber sido ampliamente difundidas por la prensa corporativa de occidente (mainstream media) que, como regla, reserva sus grandes acusaciones solo a países "inconvenientes" para Washington.
El informe de HRW señala que durante el gobierno de George W. Bush se aplicó la técnica del submarino (método interrogatorio basado en la asfixia por inmersión) y otras formas de tortura contra detenidos, así como que se utilizaron prisiones secretas de la CIA en Rumania, Polonia, Lituania, Tailandia, Afganistán y se trasladaron prisioneros a otros países para ser torturados.
Siete columnas de "indignados" llegaron a la plaza donde otros inconformes habían acampado durante tres semanas en mayo. Se les unieron muchos más que llegaron en transporte público.
"¡Los políticos no nos representan! No, no, no, que no nos representan", entonaba la multitud con algunos carteles hechos a mano donde se leía "No es la crisis, es el sistema lo que está mal".
Algunos manifestantes comenzaron su marcha hace 34 días y caminaron 650 kilómetros desde la ciudad de Cádiz, al suroeste del país. Fisioterapeutas y masajistas acompañaban a los activistas para tratarles las piernas doloridas y los pies con ampollas.
Con la supuesta intención de registrar oficialmente a miles de miembros de la etnia wayuu, funcionarios del Registro Civil colombiano se acercaron a los indígenas para tramitarles su cédula de identidad, documento necesario para votar en las elecciones y que, al parecer, revela la intención secreta de estos censores: utilizar políticamente a los wayuu lucrando con la indiferencia pública en la que viven.
Como era de esperarse teniendo en cuenta el nivel de marginación que en casi toda América Latina sufren los llamados pueblos originarios, prácticamente ningún wayuu entendió las preguntas que en español les hacían los recién llegados, pero éstos, en vez de explicarse o buscar la manera de hacerse entender, aprovecharon la ocasión para mofarse de los indígenas imponiéndoles nombres como Tarzán, Marilyn Monroe, John F. Kennedy o Bolsillo y registrándolos así en la cédula de identidad, burlándose al mismo tiempo de las personas y también de toda la tradición que ellos han conservado a lo largo de los siglos y que en un acto de misteriosa preferencia viene a cifrarse en un nombre.
Esta situación fue denunciada en un primer momento por Esthercilia Simanca, abogada y escritora wayuu y autora del libro Manifiesta no saber firmar, mismo que después inspiró a Priscila Padilla para dirigir el documental Nacimos el 31 de diciembre (Ver video al final del artículo). En ambos se relata y se recogen testimonios de este vejatorio empadronamiento padecido por al menos cinco mil indígenas wayuu. Por cierto, ambos títulos aluden a las leyendas que se repiten en todas estas credenciales: "nació el 31 de diciembre" y "manifiesta no saber firmar", con las cuales los funcionarios evadieron toda responsabilidad de indagar los verdaderos datos del registrado.