Traducido por el equipo de SOTT.net
Estas reveladoras fotografías muestran las estanterías de las tiendas de una ciudad rusa de provincias repletas de alimentos frescos.

Filton Asda en Bristol. Mientras los supermercados británicos racionan los huevos y una serie de frutas y verduras en medio de la escasez provocada en gran parte por la guerra de Ucrania, los ciudadanos de Vladimir Putin no sufren tales penurias.

Mercado de alimentos en la ciudad de Perm, Rusia. Las imágenes sugieren que las tan cacareadas sanciones de Occidente a Rusia, impuestas para castigar al presidente Putin por su invasión, no están calando hondo.
Mientras los supermercados británicos racionan los huevos y una serie de frutas y verduras en medio de la escasez provocada en gran parte por la guerra de Ucrania, los ciudadanos de Vladimir
Putin no sufren tales penurias.
Las fotos fueron tomadas en un supermercado, dos grandes superficies y una tienda de la esquina de Perm, una ciudad con una población del tamaño de
Birmingham situada en los montes Urales, a 24 horas en coche de Moscú.
Las imágenes sugieren que las tan cacareadas sanciones de Occidente a Rusia, impuestas para castigar al presidente Putin por su invasión, no están calando hondo.
Además, las escenas son una inversión de la situación de hace 40 años, cuando muchos de nosotros veíamos lamentables imágenes en televisión de rusos bajo el régimen comunista haciendo cola para conseguir productos básicos como pan y huevos.
Ahora le toca sufrir a Gran Bretaña. Los supermercados están racionando tomates, pepinos, pimientos y lechugas, ya que los agricultores británicos tienen que hacer frente a unos costes energéticos más elevados que les impiden utilizar invernaderos en invierno para cultivarlos. Las bayas, incluidas las frambuesas, también son difíciles de encontrar en las tiendas.
Comentario: Tenga en cuenta que en el período previo al conflicto en Ucrania, Occidente también estaba apoyando la escisión de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, y en su mayoría tuvieron éxito; sin embargo, eso no ha impedido que Kiev cierre las iglesias ucranianas, alegando que seguían conspirando con Rusia.
TASS informa sobre la propia ley: