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Las autoridades colombianas indicaron este miércoles que un grupo neonazi podría ser responsable de haber quemado vivo a un indigente que habitaba por los alrededores de la Universidad Javeriana de la ciudad de Bogotá.
Conocido por los lugareños como Calidoso, a principios de mayo fue rociado con gasolina y prendido fuego mientras dormía junto a su mascota en el caño de la calle 39 con carrera 7 de la capital.
Este hecho causó indignación entre los habitantes de la zona y los estudiantes de la Universidad, quienes en horas de la mañana realizaron un acto simbólico para recordar a Marco Tulio, mejor conocido como Calidoso, quien se distinguía por ser amable y colaborador con los transeuntes.
El secretario de Gobierno del Distrito, Hugo Zárrate, informó que se pidió a la Alcaldía Mayor que se realice una pronta investigación sobre el hecho, así como también se convocó a una reunión con la Fiscalía y la Policía para que ayuden a aclarar el suceso.
Zárrate afirmó que las primeras hipótesis apuntan a que los responsables de este crimen pudieron ser grupos neonazis, sin embargo otros apuntan a que este asesinato fue obra de barras bravas (hinchas de fútbol radicales) pero todavía no hay nada confirmado.
''No puedo aventurarme a confirmar una de las hipótesis, podríamos tener una hipótesis más cierta de aquí a la semana entrante, cuando las autoridades pertinentes avances en la investigación'', dijo el secretario.
Mientras tanto, los estudiantes de la Universidad preparan para la tarde de este miércoles un entierro simbólico como homenaje a Calidoso, quien se ganó este apodo debido a sus buenos actos.
Comentario: La idea de la coexistencia entre cultivos transgénicos y la agricultura familiar y/o ecológica es una mentira más de todas aquellas que nos cuentan las grandes corporaciones asociadas a la producción de estos productos. La realidad es que ellos no están interesados en el impacto que puedan ocasionar, tanto en el medio ambiente como en la salud humana; sino que solo corren tras las posibles ganancias que puedan obtener.
Existen varios estudios demostrando la contaminación transgénica, además de todos los posibles riesgos asociados a la incertidumbre en la expresión genética de estos productos y sus posibles efectos nocivos en la salud.
Para dar un ejemplo, con respecto a los alimentos transgénicos, existe un tipo particular de los mismos, los llamados Bt, que consisten en plantas genéticamente modificadas para producir la toxina Bt en cada una de sus células. La toxina Bt proviene de una bacteria del suelo llamada Bacilus Thuringensis que la utiliza como mecanismo de defensa contra sus depredadores. Esta toxina funciona creando agujeros en los intestinos de sus depredadores hasta el punto de matarlos, y esto es exactamente lo que le sucede a los insectos que comen la planta genéticamente modificada. El gran problema respecto a esto es que parece que no solamente afecta a los insectos. Un estudio del Sherbooke University Hospital ha mostrado la presencia de la toxina Bt en un 93% de madres y hasta en el cordón umbilical de los bebés de las mismas, mostrando que la toxina sobrevive a la digestión estomacal. La revista de Toxicología Aplicada también mostró que al aplicar la toxina Bt en células humanas, ésta producía agujeros en las mismas causando filtraciones. Esto resulta alarmante ya que podemos pensar en que esta toxina transgénica, además de causar permeabilidad intestinal, podría alterar la expresión genética de nuestra propia microflora y ¿quién sabe? hacer que tengamos nuestra propia fábrica de pesticidas en los intestinos. No suena muy alentador ¿verdad?
Además de esto, en demasiados casos, los productores de soja y maíz transgénicos hacen caso omiso a las regulaciones de protección que deberían ser aplicadas al cultivar transgénicos, como es el caso de muros verdes bien espesos que sirvan como barreras para los agroquímicos y las regulaciones respecto a no cultivar en zonas aledañas a viviendas, y en muchos países, las relaciones existentes entre el gobierno y éstas corporaciones causan graves problemas sociales debido a la desconsideración hacia los pequeños agricultores y las personas que no se adhieren a este sistema de producción, sin mencionar la desaparición de bosques, la contaminación masiva del suelo y las reservas de agua, entre otras consecuencias.