
Aspecto de la central de Fukushima Daiichi el día 20 de marzo, cuando todavía se catalogaba el accidente como de nivel 5
"Fukushima no es Chernóbil" es una de las frases más enunciadas en los últimos 30 días, por parte de la industria atómica, expertos y autoridades, como el propio primer ministro japonés, Naoto Kan. Uno de los primeros en negar esas similitudes fue el presidente del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el nipón Yukiya Amano, en su primera comparecencia tras desatarse la crisis japonesa (el 14 de marzo): "Es muy poco probable que se convierta en algo como Chernóbil".
Ayer, tras declararse el nivel 7, el portavoz de turno del organismo internacional quiso alejar más aún Japón de Ucrania. "Los accidentes son totalmente distintos; las mecánicas son completamente diferentes", dijo el subdirector de Seguridad Nuclear, Denis Flory.