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La Confederación Europea de Sindicatos (CES) expresó hoy su rechazo al plan franco-alemán, que busca imponer una rígida disciplina fiscal a los países de la Unión Europea (UE) mediante una reforma de los tratados del bloque.El Comité Ejecutivo de la CES, presidido por el español Ignacio Fernández, exigió a los líderes de las 27 naciones miembros de la UE, reunidos en una cumbre en Bruselas,
seguir un proceso enteramente democrático a la hora de cambiar los pactos de la Unión.
Para el sindicalismo europeo, la proyectada modificación del Tratado de Lisboa es la gota que colma el vaso, en
un proceso que califican de degradación económica, política y democrática, cristalizado en medidas que ya empujaron a la ruina a varios países.
El proyecto impulsado por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller federal alemana, Ángela Merkel, incluye la imposición de sanciones a los estados que violen el techo de déficit, fijado en 3,0 por ciento del Producto Interno Bruto, y el 60 por ciento de deuda.
No existe ninguna solución rápida de reforma que no cause una desilusión suplementaria a los ciudadanos respecto a nuestras instituciones políticas, afirmó la CES, tras una reunión en Bruselas para analizar la situación económica y social en el viejo continente.