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Actualmente una de cada cinco mujeres en EE. UU. finaliza su edad fértil sin tener un hijo, según las estadísticas de la Oficina del Censo. En la década de los setenta la cifra era de una de cada 10 mujeres. Este índice está relacionado solo en parte con problemas de salud.
Entre las que optan intencionalmente por no tener hijos, la mayoría tiene educación superior y títulos de grado, según los datos de la institución estadounidense investigadora, Pew Research Center.
Más y más mujeres por todo el mundo hoy en día deciden que no quieren ser madres. Aseguran que en realidad la felicidad no debe incluir necesariamente 2,5 hijos, una casa en los suburbios, una mascota y una cerca blanca de madera. Argumentan que la gente con niños a menudo se queja sobre su modo de vida y tiene una historia casi diaria de cómo sus hijos les han estresado de algún modo.
Los científicos en su mayoría confirman que tener hijos a menudo tiene un impacto negativo en la sensación de felicidad. "Tenemos una creencia cultural de que los hijos son una llave para la felicidad y la vida sana, y resulta que no es así (...).
En padres de todos los niveles sociales y económicos en EE. UU. se registran más síntomas de depresión y angustia emocional que en sus coetáneos sin hijos", afirma un grupo de especialistas del Departamento de Sociología de la Universidad Wake Forest (Carolina del Norte) que se dedica a investigar la asociación entre paternidad y bienestar emocional. Su conclusión está basada en observaciones realizadas sobre 11.473 estadounidenses de todas las etnias y de todos los niveles sociales, económicos y educativos.