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La complicidad del gobierno de Estados Unidos con la transnacional Monsanto para engañar a los consumidores fue denunciada hoy aquí por activistas que alertan sobre la manipulación genética."
Hay graves peligros para la salud humana que son silenciados por puro negocio y la Casa Blanca lo sabe", aseguró a Prensa Latina el investigador Jeffrey Smith, autor del libro "
La ruleta genética".
La posibilidad de acabar, literalmente, con pelos en la lengua, es una poderosa razón para interesarse más por la pureza genética de lo que uno come, agregó este activista estadounidense.
Atacado por Monsanto por ser su azote mediático, Smith llegó a Hanoi para participar en un debate sobre seguridad alimentaria y la pertinencia de los organismos genéticamente modificados (OGM).
Sin embargo, Monsanto es un nombre maldito aquí mucho antes de conocerse sus manipulaciones genéticas y éticas, pues dicha empresa
creó el Agente Naranja, la dioxina que mató o deformó a casi cinco millones de vietnamitas.
Por eso, aunque sus dos sílabas finales sugieran lo contrario, Monsanto es una industria que muchos consideran diabólica, pese a pintarse como la gran alternativa contra el hambre mundial.