El Niño de la Sociedad
Para organizar semejante despliegue policial, Abdelghani Hamel, director de la policía, trajo refuerzos y suspendió las libranzas de sus agentes en Argel y en otras ciudades como Orán, donde también la oposición promueve marchas o concentraciones.
Al caer ayer la noche, las furgonetas repletas de antidisturbios ya habían tomado posiciones en la capital, Argel, cerca de la plaza del 1 de Mayo, donde la Coordinadora Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) ha dado cita a las once de la mañana a los manifestantes.
La policía va a establecer además controles en las estaciones de autobús, según revela la prensa argelina, para impedir que los habitantes de la capital reciban refuerzos de Cabilia, la región más revoltosa del país. Pero también se le ha ordenado que evite enfrentamientos con los manifestantes y se le ha prohibido disparar con armas de fuego.
Los esfuerzos del vicepresidente Omar Suleiman para iniciar un diálogo con los manifestantes fracasaron luego del fin de semana. Los organizadores juveniles de las protestas temen que el gobierno quiera efectuar cambios superficiales e insuficientes y se niegan a negociar antes de la renuncia de Mubarak.
En todo el país estallaron huelgas -de algunos centenares de personas en cada caso- de trabajadores de la electricidad, agricultores y empleados de museos, en protesta por los bajos salarios, la escasez de pan o la corrupción de los administradores.
La mayoría de las medidas parecían responder al malestar obrero que emergía en medio del alzamiento generalizado, mientras que algunos huelguistas amenazaron con plegarse al movimiento centrado en Tahrir.
La inmigración empujada por las ofertas de empleo en invernaderos hacia Almería vive en condiciones de esclavitud, agravado por la política de movilidad.
Las ofertas de empleo se fueron de la construcción en 2010, mientras que la necesidad de abastecer los supermercados con productos frescos ha aumentado. La llamada "huerta de Europa", los invernaderos de la provincia de Almería, una enorme extensión de plásticos y cultivos, ya habían creado graves problemas medioambientales, y la absorción de inmigración había saltado a los medios por los altercados racistas en El Ejido. Ahora un reportaje de Felicity Lawrence descubre la situación de mano de obra esclava de los trabajadores.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha dimitido de su cargo 18 días después del inicio de las protestas en su contra, y ha cedido el poder al Consejo Supremo del Ejército, después de que este jueves hubiera cedido sus poderes al vicepresidente, Omar Suleiman.
Precisamente ha sido éste el encargado de hacer el anuncio a los 80 millones de egipcios, varios millones de los cuales se habían echado a las calles este viernes para pedir con más contundencia que hasta ahora su renuncia. Las palabras leídas por Suleiman en la televisión egipcia, han sido las siguientes:
"En nombre de Dios, el misericordioso, el compasivo: Durante estas muy difíciles circunstancias por las que Egipto está pasando, el presidente Hosni Mubarak ha decidido dimitir del cargo de presidente de la república y ha encargado al Alto Consejo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país. Qué Dios ayude a todo el mundo".
Las víctimas iban desde un bebé de cuatro meses a una persona de 79 años, dijo el jefe de bomberos Robert Scheirer, pero hasta ayer no se conocían sus identidades.
Una pareja de septuagenarios vivía en una casa de dos pisos que estalló cerca de las 10:45 de la noche del miércoles, dijo el jefe policial Roger MacClean. Michelle Hall dijo al diario The Morning Call que sus suegros Beatrice y William Hall, de 74 y 79 años, vivían allí.
"Esto es un problema puramente económico. Queremos un aumento de sueldo igual que el 15% aplicado a los funcionarios", declaraba un trabajador a las puertas de una empresa, protegidas por tanques. Los carros de combate también cortan la avenida principal de acceso al canal y tanto los camiones, como los coches o las bicicletas tienen que dar un rodeo. El temor a un sabotaje de esta vía por la que a diario cruzan del Mediterráneo al mar Rojo, y viceversa, entre 45 y 50 barcos, es evidente. El canal aportó a las exhaustas arcas egipcias 4.700 millones de dólares en 2009, lo que equivale al 2,5% del PIB egipcio. Además, desde el punto de vista internacional tiene un gran valor estratégico, no solo porque facilita la comunicación entre Europa y Asia -el 8% del comercio mundial usa esta vía-, sino también porque por el canal transcurre un oleoducto que transporta a diario 1,1 millones de barriles de petróleo, lo que equivale al 1,3% de la producción mundial.
El aumento descomunal de la inscripción de 49 a 800 dólares persigue el solapado objetivo de privatizar la casa de altos estudios y evitar el acceso a ella de las clases populares. El paquete de medidas dictadas por el gobierno colonialista de Estados Unidos y encauzadas por la administración anexionista de Luís Fortuño va contra la universidad y contra todo Puerto Rico.
Las privatizaciones, y las sensibles reducciones del presupuesto de la educación, la salud, la cultura y la asistencia social, forman parte de una política que ahora se vuelca contra los estudiantes.
Antes, declararon en cesantía a más de 30 mil empleados públicos, congelaron salarios y las llamadas alianzas público-privadas que, aun cuando se dijo no estaban previstas en el ajuste, llegaron a la Universidad aduciendo su elevado costo al presupuesto.
En medio de la creciente inquietud de los líderes de los países árabes, las manifestaciones se multiplicaron ayer en el norte de Africa y en Medio Oriente, en sintonía con la protesta que sacude Egipto desde hace tres semanas.
En la capital argelina se volvieron a registrar huelgas, saqueos y actos de autoinmolación en protesta contra el régimen, mientras Argel se prepara para convertirse mañana en el escenario de una gran manifestación opositora, que todo indica que se realizará a pesar de la prohibición del gobierno.
Los opositores piden reformas democráticas y un fin inmediato del régimen autoritario de Abdelaziz Bouteflika, de 73 años, en el poder desde 1999. Bouteflika prometió recientemente varios cambios, entre ellos poner fin al estado de excepción vigente desde hace 19 años. Varios rumores apuntaban ayer a que antes de la marcha opositora se podría legalizar a cuatro partidos prohibidos hasta ahora.
Un impresionante dispositivo policial, integrado por cerca de 30.000 agentes, se desplegará en Argel mañana. El diario Echuruk informó que las fuerzas, la mitad de ellas compuestas por unidades antidisturbios, han recibido instrucciones de evitar incidentes en la protesta, aunque se les ha prohibido utilizar fuego real contra los manifestantes.
En la emblemática plaza, donde desde hace 17 días ocurren las mayores protestas registradas en la historia reciente de Egipto, los asistentes tomaron sus zapatos en la mano y golpearon fotos del presidente, un gesto que denota gran desprecio entre los árabes.
Mubarak señaló en su intervención trasmitida en vivo por la televisión estatal que había considerado "delegar al vicepresidente de la República los poderes y las prerrogativas, de acuerdo con la Constitución" del país.
También prometió favorecer una transición pacífica y aseguró estar dispuesto a modificar cinco artículos de la Carta Magna relativos a los requisitos para postularse a presidente y la duración de los mandatos.