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La protesta, que provocó el cierre de la mayoría de las escuelas de Educación Primaria en todo el país, rechazaba la propuesta del Gobierno para que los niños asistan a una clase al mediodía, los miércoles, medida que entraría en vigor en septiembre del año en curso.
Los profesores se quejaron del exceso de horas de trabajo y del hecho de que la medida no les reportará ningún beneficio económico.
