Historia Secreta
Durante gran parte del siglo XX, la comunidad científica cerró filas en torno al "Consenso Clovis", teoría que planteaba que el poblamiento americano se produjo hace, aproximadamente, 13 mil años, por una cultura de cazadores nómades, conocida como Clovis, que ingresó a Norteamérica desde Siberia, aprovechando los puentes terrestres que se formaban en el Estrecho de Bering durante la Era del Hielo. Restos de esa cultura, encontrados en Nuevo México en 1929, fueron por años los más antiguos registrados en el continente, avalando la tesis de que fueron los primeros humanos en llegar a América y poblarla desde el norte hacia el sur. Pero en las últimas décadas, diversos hallazgos de asentamientos e instrumentos humanos han puesto en jaque esa teoría. Los más importantes: Monte Verde, en el sur de Chile, con una data de 14.500 años, y Schaefer (14.200), Hebior (14.800) y Debra (15.500), en Estados Unidos. Ahora un nuevo descubrimiento viene a reforzar la tesis de que Clovis no fue la primera cultura americana: investigadores encontraron un proyectil en un mastodonte de hace 13.800 años, lo que revela que había cazadores en Norteamérica casi un siglo antes que los Clovis.
El mastodonte de Manis
Según la revista Science, el hallazgo se realizó en un sitio arqueológico de la localidad de Manis, estado de Washington en EE.UU., donde a finales de los 60 habían encontrado los restos de un mastodonte. La costilla izquierda del animal estaba atravesada por un proyectil a modo de lanza, mientras que los huesos de su costado derecho estaban dispersos por todo el campo, lo que sugería intervención humana. Las primeras pruebas fecharon el sitio en 14.000 años, pero como no había evidencia de que el proyectil estuviera asociada con la muerte del animal, se hicieron nuevas pruebas.
El productor del documental Julia Levy, según ha publicado el diario británico asegura que los más entusiastas con este proyecto han sido los gobiernos de México y Guatemala - sobre cuyos territorios se asentó principalmente la civilización maya - los cuales han decidido desclasificar documentos sobre esta supuesta visita extraterrestre.
"México nos va a entregar códices, artefactos y documentos que contienen evidencias de que hubo este contacto entre mayas y extraterrestres, y toda esa información será corroborada por arqueólogos", dijo Julia-Levy.
Entre estos expertos, asegura, se encuentra Luis Augusto García Rosado, secretario de ministro del estado mexicano de Campeche, que adelantó que existen traducciones de códices que han permanecido durante años ocultas en bóvedas secretas, e incluso habla de artefactos voladores que cayeron en la selva hace unos tres mil años.

El descubridor de los petroglifos maragatos, Juan Carlos Campos, señala unos de los laberintos.
Campos no se ha limitado a descubrir petroglifos y cazoletas en Maragatería, sino que ha tratado de desvelar por qué están aquí. A principios de diciembre publicará un libro, titulado Petroglifos en Maragatería, con revelaciones sorprendentes. Promete contarlo todo. Sin reservas. El libro, con una tirada inicial de mil ejemplares, que se ha costeado de su bolsillo, trata de probar que los laberintos que localizó en Peñafadiel - dos piedras gigantescas con tres laberintos cada una - son los más antiguos del mundo. «Son seis laberintos muy extraños. No hay ninguno igual en otra parte», asegura. Campos defiende que en la Maragatería puede estar «la cuna» de los laberintos. Lamenta que «aquí, lamentablemente, no les prestamos atención».
«Durante mucho tiempo se pensó que el laberinto de Creta era el más antiguo. Luego, se descubrió otro anterior en una tablilla en Pylos (Grecia), fechado en torno al año 1.200 antes de Cristo. Pero los leoneses son de hace 4.500 años; es decir, mil años anteriores», sostiene Campos.
Cuando se lo cuento a mis amigos no se lo creen. Imposible. Una riqueza arqueológica así sería famosa, se le habrían dedicado muchos documentales, hablarían de ella todos los libros y guías. Además del sol y las playas canarias, esos fabulosos petroglifos serían atracciones turísticas seguras, diseño de cien camisetas, emblemas identitarios. Imposible que existan y no lo sepamos.
Y sin embargo existen. Son textos escritos en un alfabeto denominado líbico-canario, directamente emparentado con el de fenicios y cartagineses. Fueron ellos quienes descubrieron las Afortunadas, explotaron sus púrpura y aprovecharon su pesca, como más tarde hicieron los romanos. Fueron muy probablemente ellos quienes llevaron a esas remotas islas a sus primeros pobladores, aquellos que luego nosotros hemos generalizado bajo el nombre de guanches. ¿Serían también ellos quienes les enseñaron a escribir o eran sólo ellos quienes lo hacían? ¿Y para qué hacerlo en una pequeña roca desolada en lo alto de una montaña? ¿Eran mensajes para los hombres o para los dioses?
600 años después de la extinción/aculturación de los primitivos habitantes de Canarias seguimos sin saber prácticamente nada de ellos. Conocemos algo de sus orígenes, tribus bereberes del norte de África, pero apenas poco más. ¿Cómo llegaron al Archipiélago estos pueblos pastoriles si desconocían la navegación? ¿Quién los trajo y para qué? ¿En cuántas oleadas arribaron y cuándo? ¿Tenían una cultura común o cada isla era culturalmente diferente? ¿La influencia egipcia les enseñó a momificar sus cadáveres como hacían los faraones?

La mezcla del ocre fue usada probablemente hace 100.000 años para decorar el cuerpo o realizar sencillas obras de arte.
Esta habilidad conceptual para combinar y almacenar estas sustancias representan un punto crítico en la evolución del pensamiento humano según los científicos, que han publicado los resultados del hallazgo en la revista Science.
Christopher Henshilwood y sus colegas de la Universidad de Witwatersrand, Johanesburgo, descubrieron este antiguo estudio de arte en la Cueva Blombos, en Sudáfrica.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron estas edificaciones antiguas que datan del período Clásico Tardío (600 a 900 años después de Cristo) que serán restaurados y conservados.
Los inmuebles poseen grandes plataformas asociadas a escalinatas, cuartos abovedados, muros de mampostería, pisos de estuco, además de elementos domésticos como chultunes (recipientes para agua) y grandes metates para la molienda.
Los expertos consideran que formaban parte del área residencial de la Zona Arqueológica de Oxkintok, localizada a sólo 2 kilómetros de distancia, según despacho de Ansa.
Según se desarrolla en el trabajo, los icebergs de gran tamaño llegaron hasta unos 45 grados de latitud sur en el Atlántico --a la altura de la provincia de Chubut--, hace unos 20.000 años, convirtiéndose en los icebergs de estas características que se han hallado más al norte en el Atlántico sur.
El artículo se basa en el estudio e interpretación de surcos (ploughmarks) excavados por la base de los icebergs en los sedimentos del fondo marino. Dichos ploughmarks presentan hasta 32 kilómetros de longitud, casi 700 metros de anchura y 20 metros de profundidad. Están situados a profundidades de hasta 600 metros, lo que indica que los icebergs que los generaron tenían cerca de medio kilómetro de grosor sumergido cuando se originaron, dado que el nivel actual del mar es unos 120 metros más alto que en el último máximo glacial.
Los expertos destacan que icebergs de semejante tamaño solo podrían originarse en determinados glaciares de flujo rápido, con suficiente grosor de hielo y batimetrías adecuadas en su frente.
El descubrimiento en Piura "es un aporte importante a la historia de Perú", dijo a The Associated Press la experta en arqueología colonial peruana de la Universidad Católica, Inés del Aguila, quien no forma parte del proyecto.
"La iglesia de San Miguel de Piura se construyó en 1534 pero con el pasar de los años el poblado fue abandonado y se perdió la ubicación de la iglesia" , dijo a la AP el arqueólogo César Astuhuamán quien excava en la zona llamada "Piura La Vieja" , un área rural, ubicada en las afueras de la actual ciudad de Piura, a 828 kilómetros al norte de Lima.
"No hay ningún muro en pie, pero se puede apreciar la planta rectangular y el muro perimetral de piedras de la Iglesia, y hacia el fondo del terreno de la iglesia un altar de barro de ocho peldaños" , añadió Astuhuamán.

Infantes en edad escolar decoraron con sus dibujos las paredes de la caverna de Rouffignac.
La extraordinaria conclusión fue presentada en un congreso de Arqueología de la Infancia, realizado en Cambridge. Según Jessica Cooney, del ateneo británico, y Leslie Van Gelder, de la Universidad de Minnesota, niños prehistóricos en lo que hoy sería "edad escolar" participaron en la decoración de las paredes de la caverna francesa de Rouffignac.
Junto con las de Altamira, en España, y las de Lascaux, también en Francia, las cuevas de Rouffignac están entre las más famosas del mundo por sus pinturas rupestres.
La existencia de pinturas en Rouffignac se conoce desde fines del siglo XVI. En la gruta están representados 156 mamuts, 28 bisontes, 15 caballos, 12 cabras, diez rinocerontes, cuatro figuras humanas y un oso.
Tras explosionar, el «paisaje quedó destrozado: los escombros formaron presas en los ríos y cambiaron la geografía de la isla y el rumbo de las explosiones volcánicas en el futuro».
Para Branney, se demuestra «que no es necesario un cambio climático para que se produzcan» estos corrimientos. Sobre la posibilidad de una erupción en El Hierro, que ha provocado el desalojo de decenas de vecinos, asegura que «en esa zona no suelen producirse grandes erupciones», su «composición es diferente» y no hay por qué «predecir colapsos».