© Xavier Jordana - Instituto Catalán d PaleontologíaUna de las tumbas, donde una caja de madera con dos fueron encontrados con sus caballos fuera. Los cadáveres fueron enterrados con sus mejores ropas y armas (puñales, hachas de bronce y arco y flechas). También pusieron láminas de oro alrededor de su cabeza y un plato de comida.
Investigadores españoles descubrieron en los genes de los cuerpos enterrados en las cumbres Altai de la parte de Mongolia, que las primeras evidencias de cruces entre asiáticos y europeos se dieron en esta zona en la edad de Hierro.
El equipo postula que una migración de los orientales que habitaban el lado este de las cumbres Altai, hacia Europa, donde habitaban los escitas europeos, hizo que estos adoptaran algunas de sus costumbres al volver.
Los investigadores descubrieron en el lado este de la cordillera, cuerpos humanos de la edad de Bronce, entre los siglos XX a VII aC y de la edad de Hierro, entre los siglos VII a II aC, y solo en estos últimos, se evidenció un cruce genético, entre asiáticos y escitas europeos.