Traducción de G.C.C. para Terrae AntiqvaeEn octubre de 2004, la excavación de restos óseos fragmentarios en la isla de Flores, en Indonesia, produjo lo que se llamó
"el hallazgo más importante en la evolución humana desde hace 100 años". Sus descubridores apodaron dicho hallazgo como
Homo floresiensis, un nombre con el que se sugería la existencia previa de una especie desconocida de ser humano.
© Image A, E. Indriati; Image B and C; D.W. FrayerFoto: El cráneo de la izquierda, denominado LB1, es a menudo citado como evidencia de la existencia una nueva especie humana, el Homo floresiensis. Al comparar dicho cráneo con las composiciones duplicadas y reflejadas de su lado derecho (en el centro) y de su lado izquierdo (a la derecha) se muestra una asimetría facial, lo que sugiere que LB1 era un Homo sapiens con anomalías (sindrome de Down) en su desarrollo. Credit: Image A, E. Indriati; Image B and C; D.W. Frayer
Ahora un nuevo análisis detallado, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores, entre ellos
Robert B. Eckhardt, profesor de Genética del Desarrollo y Morfología Evolutiva en laPenn State,
Maciej Henneberg, profesor de Anatomía y Patología en la Universidad deAdelaida, y
Kenneth Hsu, geólogo y paleo-climatólogo chino,
sugiere que el único espécimen sobre el que la nueva denominación gravita, conocido como LB1, no representa una nueva especie. En lugar de ello, es el esqueleto de un humano con desarrollo anormal y, de acuerdo con los investigadores, contiene características importantes consistentes con un diagnóstico de síndrome de Down."La muestras esqueléticas de la cueva de Liang Bua contienen restos fragmentarios de varios individuos", dijo Eckhardt.
"LB1 tiene el único cráneo y fémures de toda la muestra".No se han hecho nuevos descubrimientos óseos sustanciales en la cueva mencionada desde el hallazgo de LB1.
Las descripciones iniciales del
Homo floresiensis se centraron en las inusuales características anatómicas de LB1: un volumen craneal que ostentaba tan sólo 380 mililitros indicaba que su cerebro era menos de un tercio que el tamaño medio de los humanos modernos, y los cortos huesos del fémur fueron utilizados para reconstruir una criatura que tendría 1,06 metros de altura. Aunque LB1 vivió hace sólo unos 15.000 años, fue comparado con homínidos anteriores, incluyendo el
Homo erectus y el
Australopithecus. Otros rasgos fueron caracterizados como únicos, y, por tanto, indicativos de que correspondían a una nueva especie.
Comentario: La vida son lecciones. Aun cuando los psicópatas generan gran sufrimiento y destrucción, los seres humanos normales podemos utilizar estas terribles experiencias para APRENDER.
Aquí tenemos un ejemplo de alguien envuelto en una tragedia fruto de los procesos ponerológicos y que, en lugar de infectarse, es capaz de salir inmune y aprender una gran lección.