Historia Secreta
México. Durante la exploración que se llevaba a cabo en la zona arqueológica de Monte Albán, en especial en el sitio prehispánico Atzompa en Oaxaca, se encontró un complejo funerario que se presume tiene más de mil 100 años de antigüedad.
El descubrimiento arqueológico consta de tres cámaras mortuorias que se encontraban en un edificio diseñado especialmente para albergar estas tumbas que se encuentran colocadas en forma vertical, una sobre otra.
El caso del "avión" de oro de Bogotá es muy próximo al de la "vela" exhibido en el Museo Egipcio de El Cairo.
En ambos casos, estos objetos parecen bastante normales, pero en algún momento se han presentado como pruebas de la tecnología antigua avanzada.
Como siempre en este tipo de casos, dos bandos se enfrentan con dureza: los que dicen que son simplemente joyas que representan animales y los que argumentan a favor de los aviones.
Mide 15 cm, posee una envergadura de 18,30 cm y pesa 39 gramos; fue pintado originalmente para asemejarse a un halcón.
El tesoro fue desenterrado de las ruinas de un castillo en Arsuf, un bastión estratégico durante el conflicto religioso de los siglos XII y XIII.
Oscar Polaco Ramos, subdirector de Laboratorios y Apoyo Académico de la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH, dijo que el hallazgo tuvo lugar en diciembre pasado en San Juan Raya, en una zona reconocida como un importante yacimiento de fósiles, en el municipio de Zapotitlán Salinas, informó la institución en un comunicado.
Polaco, que participa en la investigación, calcula que cada huella mide de 30 a 60 centímetros de largo y ancho, y 15 centímetros de profundidad.
Las excavaciones de Füsing cerca de la frontera danesa, relacionan el lugar con la ciudad vikinga de Sliasthorp, mencionada por primera vez en el año 804 por los cronistas reales de Carlomagno, rey de los francos.
Hasta ahora se desconocía la ubicación de Sliasthorp, ciudad que sirvió de base militar a los primeros reyes escandinavos, como confirma el director de las excavaciones Andres Dobat, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
El 'Templo del Sol Nocturno' fue hallado debajo de la impresionante Pirámide de El Diablo, que fue creada con la intención de "Mirar y Ser Visto" y consta de una decoración sublime. Según los arqueólogos, el Templo del Sol Nocturno "anuncia" su presencia cuando el Sol sale por el este y se hunde en el horizonte, y representa una danza, una "coreografía" con el Sol.
Este imponente templo se encuentra en el sitio arqueológico 'El Zotz', ubicado en el departamento de Petén, a unos 500 kilómetros al norte de la capital guatemalteca, cuna de la ancestral civilización maya. En la iconografía del templo se contempla "la glorificación al sol" por parte de los mayas, ya que el astro rey se representa en las fases de salida, esplendor y puesta del sol, explica Edwin Román de la Universidad de Austin (Texas) que trabajó en el proyecto.

Un tazón característico del período Helenístico encontrado en el fango del puerto histórico de San Juan de Acre; arqueólogos israelíes descubrieron en el lecho marino un puerto que por sus características se cree que fue el más importante de la zona hace 2.300 años.
El descubrimiento tuvo lugar en unas excavaciones arqueológicas como parte de un proyecto de conservación del malecón del casco histórico de la ciudad, informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en un comunicado.
Los expertos creen que el puerto es el más grande e importante de la zona en el período Helenístico (entre el segundo y tercer siglo a.C.), y entre los hallazgos se cuentan piedras de gran tamaño que formaban parte de un muelle que pudieron servir como amarres para barcos, así como decenas de vasijas y objetos metálicos de la época.
Así, la aparición de aquel cometa se vinculó directamente con la 'Gran Plaga de Londres', una salvaje epidemia de peste que entre ese año y el siguiente exterminó a una quinta parte de la población en la capital inglesa y a más de 100.000 personas en todo el país anglosajón.
También en España se siguió con terror la evolución de este cometa. Desde Burgos, un hombre lo hizo con especial dedicación, poniéndolo por escrito. Se trataba del padre Gonzalo de Arriaga, cronista e historiador del convento dominico de San Pablo, quien pasó varias noches del mes de diciembre contemplando el fenómeno: «La cola era cenicienta, que tiraba a color cetrina y plomo; muy empañada la luz, que no era aún tan clara como la de las estrellas, y mucho menos que la de la luna», anotó en su diario el primer día que lo vio. «Sería la cabeza del cometa como una copa de sombrero, y la cola como de vara y media, mirando la cola más inclinada al Septentrión que al Occidente, casi por la misma línea del sol».
Arriaga era preciso en sus descripciones. En el relato va dando cuenta de cómo avanza el astro, haciéndose más grande, y cómo su luz aumenta y poco a poco va extinguiéndose. Días después de la primera observación escribe: «Volví a mirar la misma hora, y estaba algo más crecido, y la cola mayor que otras noches, subiendo siempre, y adelantándose mucho más que las otras noches». Y al cabo de otras jornadas: «Estaba menor que la noche antecedente, menos luz, aunque siempre subiendo y adelantándose mucho a la estrella y lucero que estaba casi parejo en la subida a las estrellas que andan juntas (la constelación del Can menor)».
El análisis del ADN de las heces humanas fosilizadas extraídas en excavaciones en las cuevas de Paisley muestra también que allí vivieron personas hace 13.200 años, al mismo tiempo o incluso antes de que los Clovis llegaran al continente.
Las conclusiones, publicadas en la revista científica Science, añaden información nueva al largo debate sobre los primeros habitantes de América del Norte y los orígenes de la cultura indígena norteamericana.
La teoría aceptada establece que los primeros habitantes de las Américas, la cultura Clovis, llegaron desde Asia cruzando un puente terrestre hacia Alaska al final de la última Era del Hielo.
Pero el descubrimiento de armamento que fue fabricado de forma completamente distinta ha arrojado dudas sobre la teoría de que un sólo grupo colonizó el territorio, y añade pruebas a la tesis de que los Clovis no estaban solos.
Comentario: Nuestra investigación ha arrojado clara evidencia que nos sugiere que hay una fuerte relación causal entre el paso de cometas y las epidemias de ciertas enfermedades. A lo largo de los años han ido apareciendo cada vez más investigaciones que respaldan la hipótesis que material orgánico, entre otras cosas, bacterias, "monten" cometas, y que sean diseminados por el cosmos gracias a éstos.
Esto pone en relieve la posibilidad de que el polvo cometario que estos "viajeros cósmicos" dejan a su paso lleven consigo microrganismos que potencialmente pueden producir enfermedad a su paso.
Los invitamos a explorar esta inquietante hipótesis leyendo nuestros editoriales Pestilencia, la Gran Peste y la Cura del Tabaco y Nueva Luz sobre la Peste Negra: La Conexión Viral y Cósmica.