Traducido por el equipo de Sott.net
© Dagmara SochaDos de las cabezas trofeo, una de un niño y otra de una mujer, formaban parte de una antigua ceremonia realizada en lo que hoy es Perú.
Hace miles de años, en Perú se sacrificaba a un niño como parte de un antiguo ritual, se le cortaba la cabeza por el cuello y se convertía en una especie de trofeo. Un nuevo
análisis de un solo pelo arrancado del cráneo de la momia revela que el niño consumió un cactus psicoactivo antes de la ejecución, como parte de la ceremonia.
La cabeza conservada del niño es uno de los 22 restos humanos asociados a la antigua sociedad de Nazca examinados en un nuevo estudio; todos estos individuos vivieron durante la época prehispánica (3500 a.C. a 476 d.C.) y fueron enterrados cerca de la costa sur de Perú, donde fueron excavados durante el Proyecto Nazca, un programa arqueológico de larga duración que comenzó en 1982. Aunque los científicos no saben con certeza el sexo y la edad de la víctima infantil en el momento de su muerte, informaron de que el niño había
ingerido cactus de San Pedro (Echinopsis pachanoi), una planta espinosa tomada por sus "fuertes propiedades alucinógenas" y utilizada por las civilizaciones indígenas de América en las medicinas tradicionales y durante los rituales.
Comentario: Véase también (en inglés): Descubierto un túnel de 4.300 pies de largo bajo un templo egipcio en la antigua ciudad de Alejandría