Historia Secreta
Los últimos descubrimientos arqueológicos en Siria no hacen sino apoyar dicha tesis, pues se han hallado los restos de un poblado de 13.000 años de antigüedad (paleolítico) cuya estructura evidencia una marcada distinción entre los distintos estratos sociales de aquella tribu.
Qarassa 3, nombre que se le ha dado al poblado, se compone de 12 cabañas, dos de las cuales muestran un nivel de complejidad superior al resto. Según el investigador del CSIC en la Institución Milá y Fontanals Juan José Ibáñez, "esta característica podría indicar una diferencia en el rol social de sus habitantes".

Excavaciones. El piso en que se encuentran las figuras fue localizado durante los trabajos de sondeo en torno al Cuauhxicalco.
Este piso conformado con lajas de tezontle y de basalto, que corresponde a la etapa IV A del Templo Mayor (1440 a 1469), se localizó durante los trabajos de sondeo realizados en torno a esta plataforma circular prehispánica, indicó la arqueóloga Lorena Vázquez, durante su intervención en el "Ciclo de conferencias por el XXXIV aniversario del hallazgo de Coyolxauhqui", que dieron inicio ayer en el Museo del Templo Mayor.
"Resulta sorprendente que el tamaño del grano de pigmento encontrado en algunas pinturas de la cueva de Tito Bustillo sea similar al usado hoy en día", explicó Antonio Hernanz, investigador del Departamento de Ciencias y Técnicas Fisicoquímicas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y autor principal del estudio.
Científicos de la UNED, de la Universidad de Castilla la Mancha y de la Universidad de Alcalá de Henares han analizado la composición de diferentes pinturas rupestres paleolíticas localizadas en las cuevas asturianas de Tito Bustillo y El Buxu.
El principal componente que han hallado es el mineral hematites, con tres tamaños granulares: inferior a una micra, a 10 micras y a 30 micras. "Son tamaños muy pequeños, y cuanto más fino es el grano, mayor es el poder de la pintura para cubrir una superficie", indica Hernanz.
El nombre del yacimiento, Rujm al-Hiri, significa literalmente "montón de piedras de los gatos salvajes" en árabe. En hebréo el sitio es conocido como Galgal Refaim, o la "rueda de los fantasmas". El sitio fue descubierto por un grupo de investigadores en 1968, un año después de que Israel arrebatara a Siria los Altos del Golán, tras la Guerra de los Seis Días, y a pesar de esto su naturaleza misteriosa atrajo a unos cuantos visitantes. Hoy en día el yacimiento sigue sin estar señalizado y sólo se puede acceder a él tras una hora de caminata desde la carretera más cercana. Está rodeado de antiguas minas, un bunker militar abandonado y algunas cabezas de ganado.
Aunque Rujm al-Hiri no es especialmente atractivo visto a nivel del suelo la cosa cambia si se observa desde el aire. El sitio está formado por cuatro círculos - el más externo mide unos 150 metros de diámetro - construidos con, aproximadamente, 42.000 toneladas de piedra basáltica. Los círculos son en realidad las ruinas de unos muros gigantescos que, según los expertos, podrían haber medido nueve metros de alto. Se trataría pues de una arquitectura megalítica de hace 6.000 años construida por una sociedad de la que poco se conoce.
Parece probable que Rujm al-Hiri perteneciera a los residentes de unas villas encontradas cerca, que formaban parte de la misma civilización agrícola que habitó Tierra Santa en la Edad de Cobre, entre el 4500 y el 3500 a.C, antes, en cualquier caso, de que los israelitas llegarán allí, como mucho en torno al tercer mileno. Más allá de esto, no se conoce por qué razón se construyó una estructura tan grande, teniendo en cuenta que no es una fortaleza y su localización no es en absoluto estratégica.
La planta pertenece a la especie Posidonia oceánica y fue hallada a 15 kilómetros de la isla española de Formentera por el biólogo Carlos Duarte, de la Universidad de Australia Occidental.
Como parte de su trabajo, este investigador recogió muestras de material genético en 40 lugares diferentes. En todos los casos, el ADN del vegetal resultó ser exactamente el mismo lo que explica que se reproduce por clonación. La lentitud de ese proceso le demandaría a la Posidonia oceánica unos 200 mil años para extenderse por todo el territorio en el que fue hallada y de ahí surge el cálculo de su antigüedad.
Seis pinturas rupestres de la Cueva de Nerja -en España-, que representan a focas y que tienen una antigüedad de entre 42 mil y 43.500 años, podrían convertirse en el registro más antiguo de arte hallado hasta ahora y en el primero no atribuible a los Homo sapiens. Esto, porque los científicos que las analizaron postulan que podrían haber sido realizadas por neandertales, lo que según José Luis Sanchidrián, profesor de Prehistoria de la Universidad de Córdoba y líder de la investigación, "es un bombazo académico".
La casualidad ha hecho que en las últimas semanas se hagan públicas diferentes grabaciones relacionadas con la última parte de la vida del presidente John F. Kennedy. Si hace poco la biblioteca que lleva su nombre desclasificaba diferentes documentos sonoros, todos ellos conversaciones mantenidas en el Despacho Oval poco antes del fatídico viaje a Dallas, estos días los Archivos Nacionales de Washington han revelado dos horas y media de grabación en el Air Force One, el avión presidencial, durante el vuelo que trasladó el cadáver de Kennedy hasta la capital de Estados Unidos y en el que Lyndon B. Johnson juró su cargo como nuevo presidente.
Leonardo pervive detrás de una leyenda, que, poco a poco, se ha convertido en su verdadera maldición, en un pesado velo que impide distinguir con claridad los contornos fidedignos de su figura. El Prado, como en una metáfora, ha descubierto ahora, debajo de una capa negra de pintura, una copia coetánea de uno de sus cuadros más famosos: la «Gioconda». Una pieza que ha alcanzado la frontera de la mitología. Permanecía en España desde 1666. La primera mención la vincula con la colección Real del Alcázar de Madrid. De ahí pasó a la pinacoteca madrileña, a una sala de pintura italiana, donde compartía espacio con «La Anunciación», de Fra Angélico. Se creía que era una copia flamenca posterior, como otras de las que abundan por ahí. Pero un proceso de restauración, impulsado desde el Museo del Louvre, que prepara una muestra sobre el maestro florentino y su taller, ha revelado que es una réplica coetánea a la original. Las dos piezas se realizaron a la vez, como demuestra que los detalles subyacentes que se modificaron en el original también se cambiaron en esta versión, como reconoció ayer Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación de la pinacoteca madrileña. «Es la primera copia de esta tela atribuida a un discípulo».
Un nuevo estudio internacional puede responder polémicas preguntas sobre el inicio y persistencia de la Pequeña Edad de Hielo en la Tierra, un periodo de enfriamiento extendido que duró cientos de años, hasta finales del siglo XIX.
El estudio, liderado por la Universidad de Colorado (CU) en Boulder junto a coautores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y otras organizaciones, sugiere que un inusual episodio de 50 años de duración con cuatro erupciones volcánicas tropicales masivas dispararon la Pequeña Edad del Hielo entre 1275 y 1300 d.C La persistencia de los veranos fríos después de las erupciones se explica mejor mediante una posterior expansión del hielo marino y un debilitamiento relacionado de las corrientes Atlánticas, de acuerdo con simulaciones por ordenador llevadas a cabo para el estudio.
El estudio, que usó análisis de patrones de vegetación muerta, datos de núcleos de hielo y sedimentos, y potentes modelos climáticos por ordenador, proporciona nuevas pruebas en un viejo debate científico sobre el inicio de la Pequeña Edad de Hielo. Los científicos han propuesto que la Pequeña Edad de Hielo vino provocada por una menor radiación solar veraniega, la erupción de volcanes que enfriaron el planeta eyectando sulfatos y otras partículas de aerosol que reflejaban la luz solar de vuelta al espacio, o una combinación de ambas.
Los arqueólogos a cargo de la excavación no han podido siquiera trazar una hipótesis sobre su naturaleza, dijo Eli Shukron, uno de los directores del proyecto. "Las marcas son muy extrañas. Nunca vi nada igual", agregó.