OF THE
TIMES
"[Los judíos] Saben a ciencia cierta que una nación judía ha existido desde que Moisés recibió las tablas de la ley en el monte Sinaí, y que son sus descendientes directos y exclusivos (con excepción de las diez tribus, que todavía no se han encontrado). Están convencidos de que esta nación "salió" de Egipto, conquistó la "Tierra de Israel" (...) También están convencidos de que esta nación fue exiliada, no una vez sino dos, después de su periodo de gloria - tras la caída del primer templo en el siglo VI a.C., y de nuevo tras la caída del Segundo Templo, en el año 70 d.C. (...) "Creen que ese pueblo - su "nación", que debe ser la más antigua - vagó en el exilio durante casi dos mil años y, sin embargo, a pesar de esta prolongada estancia entre los gentiles logró evitar la integración o asimilación en el seno de éstos (...)
"Entonces - sostienen - , a finales del siglo XIX una circunstancias excepcionales se combinaron para despertar al viejo pueblo de su largo letargo y prepararlo para el rejuvenecimiento y para el retorno a su antigua patria. Y, de ese modo, la nación comenzó a regresar con alborozo (...)
"(...) Cierto, algunas personas a las que nadie había invitado se habían instalado en esta tierra, pero dado que "durante toda su Diáspora el pueblo se mantuvo fiel a ella" por espacio de dos milenios, la tierra [de Israel] pertenecía sólo al pueblo judío y no a ese puñado de gentes sin historia que simplemente se habían tropezado con ella. Por lo tanto, las guerras libradas por la nación errante para conquistar el país estaban justificadas, la violenta resistencia de la población local fue criminal, y solo merced a la (muy bíblica) misericordia de los judíos les fue permitido a esos extranjeros permanecer y vivir en el seno y al lado de la nación que había regresado a su idioma bíblico y a su tierra maravillosa".