La Ciencia del Espíritu
El que no sabe es como el que no ve. Y el que sabe, pero no quiere ver, es un insensato. A miles de años del primer caso de crisis epiléptica registrado en la antigua Babilonia, las sociedades en el mundo siguen temiendo a los epilépticos.
La visión oscurantista con la que el vulgo percibe este trastorno cerebral continúa siendo uno de los grandes temores de los enfermos y sus familias.

Según estudios, las personas sádicas tienen mayor activación de ciertas partes cerebrales cuando observan imágenes que reflejan sufrimiento.
Se sabe muy poco acerca de los circuitos neurocognitivos involucrados en esta patología. Sin embargo, científicos publican los datos de uno de los primeros estudios que han evaluado a un grupo de afectados con pruebas de imagen.
Según explican los autores en un artículo publicado en la última edición de 'Science', muchos animales, en especial los mamíferos, los pájaros y los peces, adquieren las habilidades propias de su especie a partir del comportamiento de los demás.
A diferencia del aprendizaje social de estos grupos, las personas han sofisticado la trasmisión de conocimiento gracias a procesos psicológicos que facilitan su acumulación. Además, para esto son fundamentales las instrucciones verbales, la imitación y la prosocialidad en la enseñanza y el aprendizaje de conocimientos.
Los experimentos se centraron en niños de tres y cuatro años, chimpancés y monos capuchinos, que tuvieron que resolver un rompecabezas diseñado en tres niveles secuenciales de dificultad. En cada prueba debían manipular un mecanismo distinto (puerta, tecla y dial) para conseguir una compensación cada vez mayor. La mayoría de los niños acabaron los experimentos, solo un chimpancé lo consiguió y ningún mono capuchino llegó hasta el final.
En las personas con síntomas de depresión, las regiones del cerebro parecen estar demasiado conectados entre sí, según el estudio, que ha sido publicado por Semel de la UCLA Instituto de Neurociencias y Comportamiento Humano, tal y como recoge Thedailybeast.com.
"La depresión es una enfermedad de todo el cerebro", dice el Dr. Andrew Leuchter, el neurocientífico del Instituto Semel. "No es algo que afecta sólo una región del cerebro, sino que el órgano entero no parece estar funcionando muy bien".

Las emociones negativas podrían tener su propio proceso de desarrollo y reflejarse en la conducta.
Investigadores observaron la conducta de niños adoptados a los 9, 18 y 27 meses de edad y de sus padres adoptivos en 361 familias. También analizaron los datos genéticos de los niños y de sus padres biológicos.
Las conclusiones señalan que los padres adoptivos que tendían a reaccionar de forma exagerada se enojaban rápidamente cuando los niños pequeños cometían errores o ponían a prueba los límites adecuados para su edad. Los niños de esos padres se comportaban mal o tenían más berrinches de lo que era normal para su edad.
Las capacidades intelectuales de los cetáceos han llevado a numerosos miembros de la comunidad científica a buscar el reconocimiento de "personas no humanas" para animales como las ballenas y los delfines.
Si dicha cualidad se origina, sobre todo, en la conciencia de sí mismo que tiene un ser vivo, entonces dichos animales merecen una categorización un tanto más compleja que la que poseen actualmente.
Por poner un ejemplo, hace unos años científicos de la universidad escocesa de Saint Andrews descubrieron que, entre individuos, los delfines utilizan distintos tonos para llamarse entre sí, lo cual sugiere que se otorgan nombres propios con los cuales se distinguen.
La esquizofrenia es una enfermedad debilitante psiquiátrica que se asocia con síntomas clínicos graves, como alucinaciones y delirios, así como importantes déficits sociales y cognitivos. "Los pacientes con esquizofrenia luchan por el 'control de la realidad', la capacidad de separar el mundo interior de la realidad exterior ", afirma la autora principal, la doctora Sophia Vinogradov, quien añade que, "a pesar de que los medicamentos reducen los síntomas clínicos de la esquizofrenia, no mejoran los déficits cognitivos. Además, la psicoterapia convencional no ha demostrado tener éxito, y hay una urgente necesidad de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas".
¿Qué papel juegan la genética y el entorno en el desarrollo de los comportamientos antisociales y criminales? Aunque la respuesta no está clara y aún queda mucho por investigar y comprender, los resultados de varios estudios recientes dentro del campo de la investigación biosocial sugieren que existiría un condicionamiento genético que predispone a desarrollar la agresividad o la tendencia al acoso, entre otras actitudes. En estas investigaciones se hace patente asimismo la importancia de la combinación de genética y ambiente, como potenciadora de cualquier tipo de comportamiento.
Comentario: Sugerimos la lectura del artículo Análisis: "El Test del Psicópata: Un viaje a través de la industria de la locura" de Jon Ronson para un análisis más profundo.
Científicos hallaron que una región química del cerebro implicada en sistemas sensoriales y de recompensa es crucial para olvidar el dolor por las pérdidas financieras. Dicen que el estudio señala el camino para el posible desarrollo de fármacos que traten los problemas de los ludópatas.
"La ludopatía que sucede de forma regular en los casinos es lo suficientemente mala, pero creo que también se produce mucho ahora en el casino de Wall Street y el casino de la City de Londres", dijo Julio Licinio, editor de la revista Molecular Psychiatry.
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