La Ciencia del Espíritu
Los chicos que no dudan en probarlas tienen conexiones cerebrales con una actividad menor en el córtex orbitofrontal
Quizá no sea ni la educación, ni la personalidad, ni las malas compañías las que lleven a un adolescente a caer en las drogas. Durante catorce años, científicos de la Unversidad de Vermont (Estados Unidos) han estudiado el cerebro adolescente desde el interior. Han realizado la investigación más completa con escáneres cerebrales de 1.896 chicos de 14 años de edad. Estos estudios en imágenes sacan a la luz nuevas redes y conexiones cerebrales que muestran cómo algunos adolescentes están más predispuestos a probar drogas, tabaco o alcohol simplemente porque sus cerebros funcionan de forma diferente y les hace ser más impulsivos.
La investigación, que se presenta en la revista «Nature Neuroscience», ofrece información valiosa para un debate que viene de lejos sobre si hay cierta predisposición a la adicción o si el cerebro se transforma por el abuso de las drogas. Algo así como ¿qué fue antes el huevo o la gallina?.
Un nuevo estudio en la revista Science ofrece algunos descubrimientos al respecto. Los investigadores sugieren que los agricultores y los cazadores-recolectores fueron grupos genéticamente distintos que se entremezclaron después de la migración de personas expertas en la agricultura.
"Estos resultados son importantes porque están usando un ADN (código genético) antiguo, extraído de restos de esqueletos, en lugar de tomar muestras de poblaciones vivas y hacer suposiciones sobre el pasado", dijo en un correo electrónico el arqueólogo Colin Renfrew, quien no estuvo involucrado en el estudio.
El cantante Julio Iglesias evita desde hace años que fotografíen su lado izquierdo de la cara, alega que su lado "bueno" es el derecho. Sin embargo según los resultados de esta nueva investigación el lado "bueno" de todos nosotros es el izquierdo.
El estudio
Se ha realizado por Blackburn y Kelsey Shcirillo de la Universidad de Wae Forest en Estados Unidos. En su trabajo se muestra que las imágenes del lado izquierdo de la cara son percibidas como más agradables que las imágenes del lado derecho. La razón se deba probablemente a una mayor intensidad de las emociones en el lado izquierdo de la cara. El trabajo se ha publicado en la revista Springer Experimental Brain Research.
Will Gervais y Norenzayan parten de la "vieja idea de la psicología" de que podemos procesar la información de dos maneras: una intuitiva, rápida y para la que tomamos atajos mentales; y otra basada en el pensamiento analítico, que exige un mayor esfuerzo intelectual, pararse a pensar. Ambos sistemas funcionan, a veces, en paralelo; y, en ocasiones, el pensamiento analítico se impone al intuitivo, que está demostrado que "facilita y apoya la creencia en lo sobrenatural, el aspecto central de las creencias religiosas". "Si la creencia religiosa emerge gracias a la convergencia de una serie de procesos intuitivos, y el procesamiento analítico puede inhibir o anular el intuitivo, entonces el pensamiento analítico puede socavar el soporte intuitivo de la creencia religiosa", apuntaban inicialmente los autores como hipótesis. Para ponerla a prueba, hicieron cinco experimentos.
Ahora científicos en Estados Unidos lograron entender cuáles son los mecanismos que subyacen a este "oído selectivo", cuando oímos sólo lo que queremos escuchar e ignoramos lo que no nos conviene oír.
Descubrieron que el cerebro puede utilizar filtros que permiten seleccionar sonidos en ambientes ruidosos, como la conversación de una sola persona en una fiesta o una multitud, e ignorar el resto.
El estudio, dicen los científicos en la revista Nature, es un avance importante en el entendimiento de cómo el cerebro humano procesa el lenguaje.
"La primera impresión es que se trata, sin duda, de un psicópata esquizoide", anotó en un cuaderno el doctor Henry Dicks, prestigioso psicoanalista del ejército británico, sobre Rudolf Hess, el segundo de Hitler, cuando acababa de ser capturado por los británicos.
Era el 2 de junio de 1941. Estaba en una casa-prisión habilitada por los servicios secretos en el condado de Surrey. Hess era el prisionero de guerra más valioso entonces. Con el examen de su mente, los británicos pretendían entender el nazismo, para así poder derrotarlo.
"Su rostro es el de un animal atormentado - continuó escribiendo sobre Hess, cuya imagen se asocia a la de un hombre fuerte, con la mandíbula cuadrada, dando grandes y poderosas zancadas al lado de Hitler - . "La cara es bestial, de mono o de lobo, pero también deja entrever a un hombre que en algún momento de su juventud fue encantador". Para después escribir: "[Hess] es patético y miserable en vez de amenazante y desagradable". No entendía cómo podía haber llegado a albergar tanto poder.
Los investigadores han logrado medir, mediante un IRM (Imagen por Resonancia Magnética) , la actividad cerebral de 63 adultos voluntarios con diferentes índices de alfabetización: 10 analfabetos, 22 personas alfabetizadas en edad adulta y 31 personas escolarizadas desde la infancia.
La investigación se realizó en Portugal y Brasil, países en los que hasta hace unas décadas era "relativamente frecuente" que los niños no fueran escolarizados.
"La reacción mejorada a una (...) amenaza como la ira representaría una respuesta adaptativa de estos niños a corto plazo, lo que los ayuda a mantenerse alejados del peligro", manifestó Eamon McCrory, del University College de Londres, quien dirigió la investigación.
Pero el experto añadió que este tipo de respuestas también estarían mostrando un factor de riesgo neurobiológico subyacente que incrementa la susceptibilidad del niño a enfermedades mentales futuras, como la depresión.
Annie Clark, que reside en la ciudad de Pittsburgh en el estado de Pennsylvania, fue galardonada con un trofeo de casi la mitad de su tamaño y un cheque de 1.000 dólares emitido por Zaner-Bloser, la principal editorial de libros a mano alzada.
Después de recibir el premio, Annie mostró a la multitud sus habilidades de escritura, tras haber apoyado hábilmente un lápiz entre sus antebrazos.

La neurocientífica Susana Martínez-Conde, en el laboratorio del Neurological Institute de Phoenix, Arizona (EE UU).
Llevan cientos de años explotando conceptos que son novedosos para la neurociencia cognitiva, como la ceguera al cambio y por desatención - ser ciegos a las cosas que cambian o a las que no prestamos atención - . Los neurocientíficos hemos estado mucho tiempo reinventando la rueda, si nos hubiéramos fijado en ellos, nos hubiéramos ahorrado mucho.
Comentario: Para más información sobre la civilización y la agricultura sugerimos el siguiente artículo:
La Formación del Suelo, el Agua, la Agricultura y el Comportamiento Humano