La Ciencia del Espíritu
Este sentimiento de ser y de pertenencia del propio cuerpo es una experiencia humana fundamental de la que se desconoce su origen y cómo se reconoce. El trabajo se ha hecho público durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS 2011) que se celebra en Washington (Estados Unidos).
Los investigadores realizaron una serie de estudios en los que sumergían a los sujetos, a través de instalaciones de realidad virtual, en el cuerpo de un avatar o humano virtual. Cada sujeto utilizaba un casco para el cráneo lleno de electrodos para controlar la actividad cerebral y eran expuestos a diferentes escenarios tridimensionales digitales a través de visores estereoscópicos montados en la cabeza o proyecciones en una gran pantalla.
Durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), los investigadores indicaron que los estudios realizados con individuos en diferentes etapas de su aprendizaje, desde los bebés hasta los adultos, han demostrado que las personas bilingües tienen mayores capacidades de concentración y aprendizaje.
En la versión incorrecta la voz también contaba hasta seis, pero la mano señalaba solo dos imágenes.
Georgina Montemayor, académica del departamento de anatomía de la Facultad de Medicina (FM)de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que el recibir un abrazo, apretón de manos o caricia, el cerebro libera oxitocina, la cual es conocida como la hormona del cariño. Esto ha sido observado por medio de una resonancia magnética que permite hacer imágenes del funcionamiento del cerebro.
La piel posee receptores sensitivos que envían señales a la corteza cerebral. Cada zona del cuerpo está representada en la corteza cerebral, aunque partes como manos y labios son más sensibles debido a que ocupan mayor espacio en la corteza cerebral.
Las neuronas fetales muestran patrones de disparo similares a los que se ven en adultos que duermen.
Las patadas y sobresaltos de un bebé en desarrollo no son los únicos ejercicios que realiza en el útero. Los bebés también ejercitan sus músculos mentales meses antes de su nacimiento.
Las células nerviosas de los cerebros en desarrollo de 20 semanas se disparan en un patrón que persiste cuando son adultos, según informan los investigadores en el ejemplar del 15 de febrero de la revista Journal of Neuroscience. La investigación proporciona un vistazo al comportamiento de las células cerebrales extremadamente jóvenes y podría ayudar a los científicos a comprender qué sucede cuando el cerebro tiene problemas.
Las células de los córtex cerebrales en fetos de 20-21 semanas exhiben estallidos de actividad eléctrica intercalados con periodos de tranquilidad, según encontraron investigadores del Centro de Salud de la Universidad de Connecticut en Farmington. Cuando el cerebro adulto duerme, o está bajo anestesia, también muestra este patrón de actividad-calma, sugiriendo que puede ser una propiedad intrínseca de los cerebros humanos.
La acción prolongada de estas sustancias provoca falta de apetito y euforia, y hace que el individuo lo vea todo de "color de rosa", esté alegre y sienta que flota entre nubes.
Para los científicos, el enamoramiento es un complejo proceso en el que intervienen diversas sustancias cerebrales que provocan estados alterados de la conciencia, porque las emociones quedan fuera de control.
Aunque parezca increíble, este sentimiento es generado por las mismas células cerebrales que se activan al consumir alguna droga, aquellas que causan placer al comer o durante el juego compulsivo.
Así, para quienes se preguntaban cuál era el origen del amor y dónde se guardaba, la respuesta no es en el corazón, sino definitivamente en el cerebro, específicamente en el cerebro medio o emocional, y en la corteza.
Más que sentir mariposas en el estómago, el amor que experimenta cada humano trasciende en una violenta reacción química que se genera en algunas regiones del cerebro, cuyas reacciones son motivadas por la adrenalina, dopamina y serotonina, las cuales son secretadas desde el hipotálamo.
De acuerdo con algunos estudios en medicina neurológica, el amor podría tener caducidad en el proceso químico que se genera, incluso sus efectos duran aproximadamente dos años, pero algunos especialista no comparten esta idea debido a que cada individuo actúa de manera diferente hacia el amor.
Según Natalia Aguillón Cabañas, médico especialista en neurología y egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el amor somete al cerebro en tres fases; la primera es la del "deseo", en donde se involucran dos hormonas sexuales: los estrógenos y la testosterona, estás secreciones determinan el placer y el gusto por la persona.
La especialista explicó que una vez concluida la fase del deseo, los estímulos químicos que produce el cerebro lo conllevan a la etapa de la "atracción o enamoramiento", en este período es cuando se producen los sentimientos, a través de las sustancias químicas que secreta el cerebro.
A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de Illinois (Estados Unidos) y publicado en la revista Brain Research. Los autores especificaron que los chicos con un buen estado físico mostraron un hipocampo más grande.