La Ciencia del Espíritu
Según publica el MIT en un comunicado, este descubrimiento no sólo revela los mecanismos moleculares subyacentes a la formación de recuerdos sino que, además, podría ayudar a los neurocientíficos a definir una localización más exacta de la memoria en el cerebro.
Hasta ahora, lo que se sabe a este respecto es que en el cerebro no existe un único lugar físico para la memoria. Esta capacidad parece estar diseminada de hecho por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del córtex temporal se almacenarían los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el significado de las palabras estaría guardado en la región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Por otra parte, muchos de nuestros automatismos (acciones no conscientes o voluntarias) están almacenados en el cerebelo.
Estudio de un gen y de un tipo de recuerdos concretos
Los científicos del MIT, dirigidos por la investigadora Yingxi Lin, miembro del McGovern Institute for Brain Research de dicho Instituto, centraron su estudio en un gen concreto: el Npas4, cuya activación se produce inmediatamente después de nuevas experiencias, según han demostrado estudios anteriores.
Este gen está particularmente activo en el hipocampo, una estructura del cerebro que resulta esencial para la formación de la llamada memoria a largo plazo (MLP), que es un tipo de memoria que almacena recuerdos por un plazo de tiempo que puede prolongarse desde unos pocos días hasta décadas, sin que se le presuponga límite alguno de capacidad o duración.
Lin y sus colaboradores descubrieron que el Npas4 pone en marcha otros genes que modifican las conexiones de las células cerebrales, mediante el ajuste de la fuerza de las sinapsis o conexiones entre neuronas. La formación de la memoria dependería de esta modificación.
Para investigar los mecanismos genéticos que generan los recuerdos, los científicos se centraron además en un tipo de aprendizaje concreto, conocido como condicionamiento del miedo.
Una de las primeras aproximaciones la realizaron los psicólogos Richard Nisbett y Timothy D. Wilson en 1977, con una serie de experimentos que les sirvieron para hipotetizar que no podemos acceder al proceso mental que nos lleva a decidir y por eso inventamos la explicación. En el experimento, los investigadores entregaban algunos pares de medias a un grupo de mujeres y les pedían que escogieran el que más les gustara. Una vez hecha la elección, las mujeres explicaban los detalles que les habían decidido, como la textura, el color, la apariencia..., sin saber en ningún momento que todas las medias que les habían entregado eran idénticas.
El proceso quedó aún más claro con el experimento realizado por Petter Johansson y Lars Hall en el año 2005. Esta vez, los investigadores mostraban a los sujetos parejas de fotografías para que escogieran aquella cara que les pareciera más atractiva. Sucesivamente, cada sujeto iba escogiendo y justificando la elección sin saber que, mediante un sencillo juego de manos, el experimentador había cambiado su primera opción por la contraria. Para que lo entendáis mejor, veamos este ilustrativo vídeo del experimento (paciencia porque merece la pena):

Experiencias estresantes en la vida, como divorcios o la pérdida del trabajo pueden reducir hasta en 20% la materia gris en áreas críticas del cerebro que regulan emociones e importantes funciones fisiológicas, reportan investigadores de la Universidad de Yale.
Rajita Sinha, del Centro de Estudios Infantiles y titulares del estudio, explicó que aunque el estrés ya había sido relacionado con cambios en la estructura del cerebro, sus efectos en una persona sana habían permanecido poco claros.
Investigadores estadounidenses y japoneses reavivaron recientemente este debate después de lograr "inducir" conocimiento directamente en el cerebro de unos sujetos empleando dispositivos de resonancia magnética.
El equipo asegura haber modificado patrones cerebrales en un área muy plástica del cerebro, logrando que las personas mejoraran su capacidad visual.
Lo más significativo, dijeron, es que estos aprendieron y mejoraron sus habilidades visuales sin ser conscientes de ello.
"Nosotros hemos aplicado esta tecnología al aprendizaje para ver mejor, pero puede ser aplicado a muchas otras disciplinas, como la memoria, emociones o control de movimiento", explicó a BBC Mundo Takeo Watanabe, director de la investigación en el laboratorio de Ciencias Visuales de la Universidad de Boston.
El aprendizaje de la lectura ocurre en la infancia y se le atribuyen beneficios para el cerebro; ahora se ha descubierto en qué consisten y cómo se mantienen con el paso de las décadas.
Según un estudio del Instituto Nacional de Investigación Médica de Francia, en Gif sur Yvette, aprender a leer incluso durante la vida adulta, es una experiencia tan importante para que hace que el cerebro recoloque sus recursos y modifique su estructura.
¿Las patologías mentales son trastornos del cerebro? Lo que hasta ahora se llamaban trastornos o enfermedades mentales tienen un correlato en el cerebro, son disfunciones del sistema cerebral. No son trastornos de la mente sino del cerebro. Cerebro y mente son lo mismo. La mente es el tejido cerebral cosido por los hilos del tiempo.
¿Cerebro e identidad son lo mismo? No, pero en el cerebro está la conciencia de lo que uno es. Nunca se podrá hacer un trasplante de cerebro porque si a mí me trasplantaran su cerebro al despertarse sería usted con mi cuerpo, es decir, le habrían hecho un trasplante entero de cuerpo, porque yo me levantaría con su identidad, por tanto, reconocemos que en nuestro cerebro está nuestra identidad. Hay muchas cosas en el cerebro, pero las más sublimes son las que hemos estudiado más: la inteligencia, la conciencia de cómo soy, la empatía y ahora tenemos mucho interés en estudiar las emociones porque han sido menospreciadas, cuando son cruciales para el funcionamiento humano y son las que en última instancia guían la conducta.
En un curioso ejemplo de que la percepción subjetiva poco tiene que ver con la realidad, experimento demuestra que personas poderosas se ven a sí mismas más altas de lo que son.
El poder y la altura no siempre van de la mano y numerosos son los ejemplos históricos que así lo demuestran. Pero, en otro sentido, no deja de ser sumamente primitivo esperar que una persona con poder sea también alta y corpulenta e imponente, como si creyéramos todavía que esa compleja noción de poder que el género humano ha desarrollado depende directa y proporcionalmente de la presencia física.
Pero, contra toda evidencia, parece que esto es así. Que ciertos resabios de animalidad perviven en nosotros, haciéndonos creer, al menos en este caso, que mayor poder y mayor estatura son circunstancias totalmente consecuentes entre sí.
En un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington en San Luis, se demostró que personas poderosas siempre encuentran una manera de sentirse altos, incluso si se les hace ver que esto es únicamente una idea suya.
Los científicos y psicólogos nunca se han puesto de acuerdo sobre el origen de la psicopatía, pero ahora parece haber cierto consenso en el hecho de que el cerebro del psicópata es diferente al de los individuos "normales". No es que los primeros nazcan con una diferencia anatómica, sino con una diferencia funcional. Para que nos entendamos: su cerebro no está enfermo, simplemente, funciona de otra manera.
Las diferencias estructurales radican en que su lóbulo frontal muestra una desconexión con el sistema límbico. Al parecer, en ese área se asienta la actividad cerebral que hace que nos pongamos en el lugar del otro emocionalmente hablando, es decir, que empaticemos y que emitamos juicios morales no puramente lingüísticos, sino sentidos.

Lewis Bull y la gran cicatriz que dejó la intervención quirúrgica. El niño volvió a hacer una vida normal.
De todas las historias increíbles que les hemos traído durante 2011, la de Cameron Mott, Milly Jonson y Lewis Bull es tal vez una de las más impactantes, no solo porque involucró a tres niños, sin ninguna relación entre si, sino porque tuvieron que enfrentarse a una de las operaciones más extremas y peligrosas que un ser humano pueda sufrir: una hemisferectomía, la extirpación de medio cerebro. Una alternativa con mucho riesgo pero que a la postre les salvaría sus vidas.
El sueño de Cameron
Cameron Mott es el nombre de la pequeña de 10 años que, en 2010, tuvo impresionada a buena parte de la comunidad científica del mundo tras superar una operación en la que le fue extirpada la mitad de su cerebro y así volver a llevar una vida normal.
Cuando contaba con sólo 3 años, la niña empezó a desarrollar el síndrome de Rasmussen, una enfermedad neurológica progresiva encuadrada en el grupo de las denominadas 'raras', ya que por el momento se desconocen las causas que la pueden provocar. A esa temprana edad, Cameron comenzó a sufrir ataques epilépticos, convulsiones y otros síntomas que hicieron saltar la alarma y, poco a poco, fueron deteriorando su calidad de vida.
Sus padres sufrían al ver a su pequeña hijita desconectándose abruptamente de la realidad sin motivos algunos. Cámeron en un momento estaba jugando y un segundo después sufría una crisis de convulsiones como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica.
Un estudio reciente por el doctor Paul Babiak y Craig S. Neumann de la Universidad de North Texas con Robert D. Hare de la Universidad de Columbia, aseguró que uno de cada 25 directivos de las empresas podría ser calificado como psicópatas ya que acrecen de empatía, abusan de sus subalternos y tienden a tener una personalidad egocéntrica.
El informe, publicado en la revista online InterScience y reproducido por BuisnessInsider, recolectó información sobre la personalidad de 203 directivos seleccionados por sus empresas por tener "alto potencial" de crecimiento o de desarrollo de liderazgo.
Comentario: Les recomendamos leer el análisis hecho por el equipo de SOTT al exitoso libro de Jon Ronson: Análisis: "El Test del Psicópata: Un viaje a través de la industria de la locura" de Jon Ronson.
Comentario: Le recomendamos a nuestros lectores que visiten la página de Éiriú Eolas, un programa para el control del estrés, curación y rejuvenecimiento. Éiriú Eolas es el renacimiento moderno de un antiguo programa de respiración y meditación que está siendo aclamado alrededor del mundo como la herramienta que le ayudará a:
* Mantenerse relajado en medio de las tensiones de la vida cotidiana
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