La Ciencia del Espíritu
En efecto, al cerebro únicamente le preocupa sobrevivir y por ese camino nos guía, con independencia de qué es lo más justo o lo más veraz. Esto es en muchas ocasiones positivo, y en otras no tanto. La buena noticia es que, con frecuencia, ser conscientes de su inclinación nos ayuda a aprovecharlas a nuestro favor. Veamos cómo.
El cerebro no busca la verdad
Hay numerosas situaciones cotidianas en las que podemos comprobar fácilmente que el cerebro no busca la verdad. Este realiza cambios y ajustes a la información que poseemos y percibimos, engrandece algunos aspectos y omite otros; todo ello con el objetivo de simplificarnos la realidad y ahorrar esfuerzos.
Existen distintos tipos de anglicismos, pero en este artículo nos ceñiremos a los no adaptados o aquellos que se usan en castellano tal cual provienen del inglés, sin ningún tipo de adaptación a nuestra lengua.
En el entorno de las redes sociales, cuando los y las jóvenes se conectan y participan en foros de internet, la presencia de vocablos como banner, back-up, blog, bluetooth, chat, creepy, fandom, feeling, hashtag, mainstream, nick, off topic, online, password, pin, post, random, smartphone, software, spam, staff, vlog, web, wifi, wiki son cada vez más habituales.
Una convivencia de décadas
La incursión del inglés en nuestra lengua no es un fenómeno nuevo. A lo largo de las últimas décadas, los hablantes del español, y, por extensión, la mayoría de las lenguas europeas, nos hemos visto cada vez más expuestos a la influencia de la cultura angloamericana y, por consiguiente, a la impronta de la lengua inglesa.
Durante mi confinamiento causado por el coronavirus y los cierres generales, tuve mucho tiempo para pensar, para leer y mirar videos en youtube. Me gustaría que me acompañaran en un pequeño viaje para mostrarles lo que averigüé y lo que aprendí, y también el motivo por el que creo que todo lo que está ocurriendo está conectado con lo que está sucediendo en el mundo en estos momentos.
El Covid-19 ha provocado el delirio. A pesar de la baja mortalidad, son muchos los que temen por sus vidas. Hay una gran disparidad entre el número real de muertes y el miedo a la muerte que esta crisis provoca en la gente. Parece que los motivos son varios.
El primero y más obvio es el implacable bombardeo de imágenes mostrando escenarios apocalípticos. Enciendan la televisión, y las 24 horas del día se verán ustedes desbordados con relatos de fatalidades, tristeza y muertes. A este respecto, el lenguaje bélico es muy iluminador - la actual crisis de la salud es comparada y descrita como si fuese una guerra. Términos como "batallas entre la vida y la muerte", "la lucha contra el virus" y "trabajadores en primera línea" son testimonios de ello.
Pero si observan de cerca los números, incluso si reconocen que están totalmente manipulados y fabricados, notarán que hablan otro idioma. Los últimos números sugieren que entre el 5 y el 20% de la población ha entrado en contacto con el virus. Al menos la mitad de ellos se infectan pero sin desarrollar ningún síntoma. De los infectados, la mayoría sólo experimenta síntomas leves, análogos a los que la mayoría de la gente experimenta durante cualquier temporada de gripe. Sólo una pequeña minoría se enferma gravemente, y son mucho menos los que mueren.

Reconstrucción tractográfica de las conexiones neurales del cerebro.
En comparación, el cerebro humano cuenta con aproximadamente 1x10¹¹ neuronas que se interconectan entre ellas 1x10¹⁵ veces (de manera cambiante). Todo esto con un peso en torno a 1,5 kg y un volumen de 1 300 centímetros cúbicos. Eso basta para decirnos quiénes somos: creencias, preferencias políticas, predilecciones deportivas y de quién nos enamoramos.
En paralelo a su función más importante, garantizar la supervivencia del cuerpo que lo alberga, su desarrollo exponencial lo ha llevado a la paradoja de ser un órgano que trata de entenderse a sí mismo. Esto es lo que hacemos, entre otros, los neurocientíficos, quienes tratamos de responder a la pregunta que supone quizá el mayor reto científico de la historia: ¿cómo funciona el cerebro?
Una nueva perspectiva global en su estudio trata de comprender la complejidad estructural de todas las conexiones neuronales del cerebro y su actividad cambiante: el conectoma.
¿Qué es la visión en túnel en Psicología?
Cuando conducimos demasiado rápido, nuestra visión se estrecha, de manera que somos incapaces de ver lo que sucede en nuestro entorno más amplio. Se estima que a 130 km/h, nuestro ángulo de visión es de apenas unos 30 grados, de manera que solo podemos ver de forma nítida lo que tenemos delante. Lo que hay a los lados se difumina hasta prácticamente desaparecer.
Obviamente, cuanto más aumente la velocidad, más se estrechará nuestro campo visual. Es como si de repente el mundo a nuestro alrededor dejara de existir. Sin embargo, ese efecto túnel no se produce únicamente cuando conducimos a cierta velocidad. También podemos sufrir visión en túnel por ansiedad y estrés.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Helsinki, Finlandia, elaboraron un estudio sobre el origen genético del miedo en los perros gran danés. Los resultados obtenidos sugieren respuestas para entender también cómo los humanos sentimos miedo y ansiedad.
Para empezar, tales estudios no sólo son estúpidos, sino que los blogs de ciencia popular tergiversan los estudios reales o exageran los resultados en los titulares de manera desproporcionada. El resultado es una población más tonta de lo que era al principio, a pesar de las mejores intenciones de los "educadores de la ciencia" (también conocidos como los niños de mamá y papá que sólo repiten de forma tonta lo que les dicen los científicos reales), que son a su vez niños de mamá y papá con poca perspicacia o creatividad real.
PsyPost tiene un artículo acerca de la publicación en cuestión bajo el título: Rasgos psicopáticos vinculados al incumplimiento de las pautas de distanciamiento social en medio de la pandemia de coronavirus. Echemos un vistazo.
Toda mujer sabe qué vestir cuando quiere sentirse sexi y segura de sí misma. Pero, ¿podría ese pequeño vestido negro dañar también la función cerebral femenina?
Ahora no cabe duda de que la inflamación es parte del problema de muchas enfermedades del cuerpo -tal vez todas-. Y estudiar las causas inflamatorias o inmunes de las enfermedades ha resultado en una serie de descubrimientos: desde tratamientos nuevos para la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes en los años 90, hasta la llegada de la inmunoterapia para algunos tipos de cáncer a partir de 2010.
Comentario: A continuación, puede encontrar diferentes estrategias para reducir la inflamación:
Alimentación antiinflamatoria:
- La dieta cetogénica - Una visión general
- La dieta paleolítica revisada
- Alimentación moderna vs. alimentación sana, fuentes de toxicidad, el rol de las reacciones inflamatorias y las sensibilidades alimentarias en las enfermedades crónicas, modernas o idiopáticas
- Mioquinas vs. adipoquinas. Hablamos de inflamación
- El ejercicio físico cambia el ADN y reorganiza el cerebro
- Cómo puede beneficiarse de la combinación de mente/cuerpo, agilidad, fuerza y entrenamiento de intervalos de alta intensidad
- Aprende a entrenar tu cuerpo con los sistemas energéticos
- Éiriú Eolas: Expansión del conocimiento
- ¿Su cerebro está inflamado? ¡Estimule el nervio vago y reduzca el estrés!
- El Nervio Vago: regeneración y sanación al alcance de la mano
- El Aliento Revitalizante
Esa forma de subestimar la adversidad o los desastres actúa también como un mecanismo de defensa. Admitámoslo, si siempre tuviéramos en nuestra mente la idea de que algo malo va a suceder, seguramente no saldríamos de casa y gastaríamos todos nuestros ahorros en construir un búnker. Sin embargo, es adecuado y hasta necesario dejar cierto espacio a esa probabilidad.
No se trata de obsesionarnos. No es necesario tampoco limitar por completo nuestro estilo de vida con el fin de evitar todo tipo de riesgos. Vivir, al fin y al cabo, es arriesgarse y asumir que, en nuestra cotidianidad, hay peligros. Esto siempre ha sido así, desde el inicio de los tiempos y en cada momento de nuestra evolución humana hemos aceptado las adversidades y las hemos afrontado. Subestimar por completo las amenazas es, por tanto, poco más que una insensatez.
Somos conscientes de que los grandes desastres son escasos a lo largo de la historia, pero no por la baja probabilidad de ocurrencia hay que negar su aparición. Porque, como bien sabemos, ocurren, surgen de un día para otro y nos cambian la vida. Hay que tenerlo presente.
Comentario: Sobre los ejercicios de respiración, le recomendamos que eche un vistazo al programa Éiriú Eolas. Además de aliviar su estrés, también ayuda con la activación del sistema parasimpático y el manejo emocional.