La Ciencia del Espíritu
Suelen pasar episodios depresivos en los que están tan bajos de ánimo que levantarse de la cama se antoja un esfuerzo titánico. Pierden el apetito, la iniciativa y la ilusión por las cosas. Pero al cabo de un tiempo, su situación es totalmente opuesta: hacen gala de una alegría desbordante, una exaltación del estado de ánimo patológica. Es habitual que padezcan trastornos de conducta, se muestren agitados, deshinibidos e incurran en gastos inmotivados o en una productividad exagerada. Las personas que sufren trastorno bipolar padecen esta especie de carrusel anímico sobre el que pesan un sinfín de prejuicios.
Vivir con la irrupción de ruidos, las aglomeraciones, la invasión del espacio personal, las dificultades para circular, los apuros, el aislamiento emocional en medio de multitudes y la falta de ámbitos naturales relajantes es un pésimo factor de riesgo para todo el abecedario psicopatológico. Desde la depresión hasta las múltiples variantes de los trastornos de ansiedad se multiplican en las ciudades, en proporción directa con el nivel de urbanización.
En 1988 Dustin Hoffman logra el Oscar al mejor actor por su personaje en la película Rain Man. Se basaba en la historia de Kim Peek, una persona con síndrome Savant que tiene una memoria excepcional.
¿Qué es el síndrome de Savant?
Es un fenómeno poco frecuente que afecta a personas con discapacidad física o mental, como el autismo. La incidencia del síndrome de Savant entre la población autista es del 10%, mientras que la incidencia entre la población con otras discapacidades del aprendizaje, es menos del 1%.
La incidencia del síndrome de savant es muy rara aunque si hay varios casos documentados. El Síndrome de Savant es uno de los fenómenos más interesantes para entender el estudio de las diferencias humanas y la psicología cognitiva.
Se estima que al menos el 50% o más de los síndrome de Savant son autistas, aunque también hay síndrome de Savant en población no autista, en personas con otras discapacidades del desarrollo y lesiones del sistema nervioso central.

Durante la investigación cruzaron la secreción de dopamina con datos de la actividad cerebral, el ritmo cardiaco de los voluntarios, su temperatura y otros síntomas de estremecimiento de placer.
* La dopamina está detrás del placer de escuchar música
* Es la misma sustancia que se libera con el sexo o la comida
* Forma parte del "sistema de recompensa" de los seres humanos
La droga, una buena comida, el sexo o el dinero. El placer que dispensan es 'culpa' de la dopamina, un neurotransmisor que es secretado por el cerebro. Forma parte del "sistema de recompensa" que refuerza comportamientos indispensables para la supervivencia (buscar comida), o que desempeña un papel en la motivación (conseguir dinero) y la adicción (consumir drogas).
La música también nos puede producir este intenso placer. Escuchar de nuevo una canción que hace tiempo no oíamos, vivir intensamente un concierto, descubrir un nuevo tema en la banda sonora de nuestras vidas. Detrás de este sentimiento causado por algo tan abstracto como la música también se encuentra la dopamina.
Así lo demuestra un estudio publicado en Nature Neuroscience realizado por investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá).
Cuando los científicos observaron la forma como un ratón joven reacciona ante al miedo, en comparación con la actitud de roedores aún más jóvenes o más viejos, los expertos hallaron que los adolescentes no se paralizan y suprimen sus reacciones al miedo contextual.
Un examen de la actividad cerebral en los ratones adolescentes mostró que las dos áreas del cerebro asociadas al procesamiento de las experiencias de miedo -la amígdala basal y el hipocampo- tenían menos actividad. Sus cerebros no enviaban las mismas señales que los adultos o niños.
Este estudio ha sido publicado en el número de diciembre de la revista Neuron. Los científicos identificaron una población de neuronas con una gran actividad en la zona del neocórtex de los humanos, por lo que pasaron a realizar el estudio con ratones de laboratorio e identificar sus comportamientos.
Según la página web LiveScience, Alison Barth, una de las investigadoras del proyecto, decidieron poner una etiqueta fluorescente en un gen relacionado con la actividad neuronal en ratones para que cuando éstas entraran en actividad la etiqueta se iluminara.
Explicó que las personas que sufren esta enfermedad mental, constantemente experimentan una distorsión de sus pensamientos y sentimientos lo que afecta su sentir, pensar y hablar, pero principalmente su tono afectivo y la manera en que se comunican con otras personas.
Mencionó que desde la perspectiva psicológica, la esquizofrenia es un desorden mental en el que el afectado, se caracteriza por tener un comportamiento desadaptado y descuida su apariencia; en algunas personas existe la predisposición a adoptar actitudes extravagantes que suelen apartarlo de la realidad.
A través de una nueva técnica por imágenes, investigadores del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres monitorearon los cerebros de bebés para controlar la formación de cubiertas aislantes alrededor de las células nerviosas.
El equipo halló que a los 9 meses, el proceso -conocido como mielinización y vital para un normal funcionamiento del cerebro- era visible en todas las zonas cerebrales y que en algunas regiones se había desarrollado casi como a nivel adulto.
"Ya sabíamos que las cubiertas aislantes de mielina forman la piedra fundamental de nuestro desarrollo neurológico. Sin ellas, los mensajes hacia y desde el cerebro se desorganizarían", dijo Sean Deoni, quien dirigió el estudio, publicado en Journal of Neuroscience.
"Al saber exactamente cómo se desarrolla la mielina y cuándo este proceso fracasa, esperamos poder personalizar tratamientos para pacientes vulnerables, como los bebés prematuros, y comprender qué diferencia a quienes se desarrollan normalmente de quienes tienen un retraso o discapacidad", agregó el autor.
El psicólogo clínico Luis A. Francis señaló ayer que, aunque está por verse la evaluación que le hagan al hombre acusado de incendiar intencionalmente a ocho de sus parientes, "lo primero que uno piensa es que puede tener un trastorno emocional bien serio, aunque no necesariamente".
"Todos tenemos la capacidad, en un momento dado, ante unas circunstancias fuertes, de llegar a actuar impulsivamente, pero a ese grado yo no estoy tan seguro. O es un trastorno o es psicopatía", analizó.
Una persona antisocial o sociópata es, según el experto, una que se cree el centro del mundo y no sabe "ponerse en los zapatos de la otra persona". "Una persona con una personalidad psicopática ciertamente es una persona lúcida. Lo puede hacer por maldad y no le va a importar", expuso.
Así se explica en un vídeo divulgativo llamado Cerebro feliz: la risa y el sentido del humor, presentado hoy en Madrid por la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra Natalia López Moratalla, sobre cómo procesa el cerebro las situaciones absurdas y cuál es el proceso que se desencadena cerebralmente desde que se cuenta un chiste hasta que la gente se ríe.
El vídeo, que es el primero de los veinte trabajos audiovisuales de un proyecto divulgativo sobre el funcionamiento del cerebro de la Universidad de Navarra, incluye datos sobre las investigaciones del profesor británico Richard Wiseman y su Laboratorio de la Risa, así como artículos de varias revistas científicas: Nature, Neuroscience y PNAS, entre otras.