Esta es una hipótesis de científicos franceses y portugueses, que publican en un artículo de la revista Nature Geoscience.
La astrofísica moderna predice que Mercurio tendría que girar en una órbita sincrónica dando siempre una de sus caras al Sol. Pero el primer planeta del Sistema Solar rota de manera extraña. Mientras da dos giros alrededor del Sol, hace tres giros alrededor de su eje.
Pero el grupo de investigadores de la Universidad Diderot de París, dirigido por Mark Wieczorek, tiene una hipótesis que explica el fenómeno.
La mayoría de los científicos cree que al principio Mercurio rotaba muy rápidamente, pero al perder velocidad por efecto de las fuerzas gravitatorias cambió de órbita debido a la inestabilidad de su núcleo líquido. Wieczorek y sus investigadores creen que Mercurio podría haber adquirido su órbita presente como resultado del choque con un gran asteroide que hizo virar al planeta y cambió su velocidad.
Según explican los autores, durante la formación del Sistema Solar los planetas del tipo terrestre tuvieron una órbita regular o una órbita retrógrada, en la que el cuerpo celeste rota sobre su eje en dirección opuesta en relación con la rotación de la estrella.
Los científicos construyeron modelos de rotación de Mercurio en ambas órbitas y analizaron las posibles configuraciones. Resultó que la órbita de Mercurio tendría que haber estado sincronizada con la rotación del Sol en ambos casos. Los científicos dedujeron que el planeta no pudo haber salido de esta situación sin "ayuda" de otro objeto cósmico.