La Ciencia del Espíritu
Científicos del Centro Médico de la Universidad de Rush en Estados Unidos afirman que las relaciones sociales continuas ayudan a prevenir o retrasar el declive cognitivo que es frecuente en la etapa del envejecimiento.
El estudio publicado en el Journal of the International Neuropsychological Society concluyó que actividades como visitar a los amigos, asistir a fiestas, acudir a eventos deportivos pueden resultar beneficiosas para las neuronas.
Los investigadores trabajaron con 1.138 personas con una edad media de 80 años y notaron que al inicio del estudio todos mostraban algunos problemas cognitivos pero, después de 5 años, aquellos que eran socialmente más activos experimentaban un deterioro de la memoria, hasta un 75% más lento que los sujetos que tenían menos relaciones sociales.
Según Bryan James, uno de los autores de la investigación, una posible explicación es que "la actividad social reta a los ancianos a participar en intercambios interpersonales complejos que estimulan ciertas redes neuronales que si no se utilizan se pierden".

Las personas que han tocado algún instrumento musical durante su vida ejercitan más su cerebro.
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Kansas organizaron a 70 adultos sanos de 60 a 83 años en tres grupos: sin entrenamiento en música; de uno a nueve años de lecciones de música, y más de 10 años de experiencia.
Los participantes, que tenían niveles similares de forma física y educación, y no sufrían de alzhéimer, se sometieron a varias pruebas cognitivas. A los que tenían la mayor experiencia musical les fue mejor en las pruebas de agudeza mental, seguidos por los que tenían menos estudios musicales.
En comparación con los que no eran artistas, los sujetos que tenían un alto nivel de esa experiencia en ritmos tuvieron mejores calificaciones en habilidades como memoria visual espacial y capacidad del cerebro para adaptarse a información nueva.
"La actividad musical durante toda la vida podría servir como un ejercicio cognitivo desafiante, haciendo que el cerebro esté en mejor forma y sea más capaz de incorporar los desafíos del envejecimiento", afirmó Brenda Hanna-Pladdy. La profesional concluyó que estudiar un instrumento requiere de años de práctica y aprendizaje, experiencia que crea conexiones alternativas en el cerebro, las cuales podrían compensar el declive cognitivo en la vejez.
Así lo aseguran en un artículo publicado en la revista 'Biological Psychiatry' tras comprobar que los telómeros de estos pacientes con un trauma infantil son "significativamente más cortos" que los de aquellos pacientes con estrés postraumático no relacionados con ningún hecho de su infancia.
Los telómeros son complejos de proteínas de ADN que cubren los extremos de los cromosomas y los protegen de los daños y mutaciones. Además, estudios previos han mostrado que un menor tamaño de estas moléculas se pueden asociar con un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes o neurodegenerativas, así como a la muerte prematura.
Para el estudio, los autores recopilaron muestras de ADN de 43 adultos con trastorno de estrés postraumático y 47 participantes sanos. En un primer análisis, comprobaron que los afectados por este trastorno tenían en general telómeros más cortos que el resto.

“Es un desastre,” dice Frances, un psiquiatra estadounidense que coordinó el grupo de trabajo que escribió la edición actual del manual.
Psiquíatras que buscan de modificar la "biblia" oficial de enfermedades mentales, están recomendando cambios que facilitaría a los médicos diagnosticar depresión severa a los afligidos por la muerte de un familiar cercano.
En vez de esperar meses, el diagnostico podría hacerse dos semanas después de la pérdida de un ser amado.
La edición actual del Manual de Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales - un tomo influyente usado en todo el mundo - excluye que personas que han sufrido una perdida reciente sean diagnosticados con un desorden de depresión severa, a menos que sus síntomas persistan más allá de dos meses. Es conocido como la "exclusión de la aflicción", la teoría dice que la aflicción "normal" no debería ser etiquetada como un desorden mental.
Pero lo que los críticos han llamado una sugerencia potencialmente desastrosa, fue incluida en los cambios propuestos del manual, la "exclusión de la aflicción" sería eliminada de este.
Los proponentes discuten que una depresión severa es una depresión severa, que difiere poco de la pérdida de un ser amado, la pérdida de un trabajo, la ruptura de un matrimonio o cualquier otro factor estresante severo de la vida. Eliminando la "exclusión de la aflicción" ayudaría a las personas a obtener el tratamiento antes de lo que se puede ahora.
Una manera de ser
Este tema está abordado desde el punto de vista clínico, por lo tanto, acentuaremos lo descriptivo.
La psicopatía es una manera de ser, es una personalidad, una variante de los tipos humanos. No es una enfermedad, sino una manera de ser atípica, infrecuente y estridente, por su patrón conductual que desentona, en ocasiones, con el patrón general de conducta de la comunidad.
El psicópata es una persona que tiene un comportamiento distinto porque tiene necesidades distintas que satisfacer. Por eso hace un uso particular de la libertad, crea códigos propios, repite patrones conductuales y tiene necesidades de estímulos intensos. Todo esto analizado desde una persona común que ve al psicópata como a alguien que está, en algunos aspectos de su conducta, desadaptado. El psicópata no tiene un tipo de conducta psicopática en el cien por ciento de su accionar, se muestra psicopáticamente en determinado tipo de relaciones.
Otra característica básica es la cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo.
Finalmente, en el acto psicopático grave, el psicópata comete una acción de tal magnitud que ese solo hecho lo describe.

Psicólogos norteamericanos descubren el área del cerebro relacionada con la conducta antisocial.
Una investigación realizada por psicólogos de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, ha revelado que los psicópatas presentan una anomalía muy concreta en el sistema de recompensa del cerebro.
Esta anomalía podría ser lo que provoca que estos individuos den importancia por encima de todo a la satisfacción de sus propios intereses o necesidades, sin importarles los efectos de sus actos sobre otras personas o los peligros que puedan conllevar dichos actos.
La psicopatía es un trastorno de personalidad antisocial que provoca que quien lo padece sea incapaz de empatizar con otros o de sentir remordimientos. Los individuos psicópatas suelen interactuar con el resto de las personas como si éstas fuesen objetos, a los que utilizar para conseguir sus propios objetivos.
A pesar de que la imagen más popular de los psicópatas es la del asesino en serie de las películas de terror, lo cierto es que los psicópatas no necesariamente tienen que causar mal. Sin embargo, si hacen algo en beneficio de alguien o de alguna causa aparentemente altruista es sólo por egoísmo, para su único y exclusivo beneficio.
Cuando investigo en Internet suelo encontrar mucha información fascinante, aunque no relacionada. Una pequeña alegría de la vida en un mundo que se vuelve más siniestro cada día.
Al avanzar a traés del texto de cualquier página web, leyendo un artículo en busca de información pertinente a mi investigación, puedo notar un encabezado o frase con un enlace a otra página diferente, lo que siempre me resulta intrigante, aunque no sea de gran relevancia. A menudo no es más que una pérdida de tiempo, aunque algunas veces es algo tan atractivo que abandono lo que estoy haciendo para compenetrarme con un nuevo hallazgo.
Supongo que sólo es cuestión de suerte
En algunos de mis escritos, o en comentarios hechos acerca de los escritos de otros, he tenido la oportunidad de dejar saber mi opinión: que la condición psicopática de las personas que buscan dominar al resto no es más que el resultado de alguna aberración genética. Ahora parece que mi conjetura tiene algún mérito.
En uno de esos comentarios dejé clara mi suposición de que los rasgos hostiles (depredadores, tiranos, implacables, despiadados) que se pueden ver en prácticamente todos los miembros de la clase gobernante, superior o élite, no son los dominantes entre seres humanos en general, y sólo se manifiestan en una pequeña porción de la población. También expresé que según creo, nuestra naturaleza intrínsecamente cooperativa y nuestro deseo innato de ayudar, hace que un gran segmento de humanidad sea susceptible a la victimización por parte de una pequeña minoría de individuos, que sufren de lo que considero, un defecto genético.
Basaba esta afirmación en un estudio publicado el pasado 2010 en la revista American Journal of Psychiatry. A principios de los años 70 investigadores estadounidenses seleccionaron una muestra de 1.795 niños de tres años de edad de Isla Mauricio e hicieron varias medidas de respuesta emocional condicionada, entre ellas la reacción ante el miedo. Veinte años después analizaron los registros penales de todos ellos, y encontraron que 137 sujetos (131 hombres y seis mujeres) habían sido juzgados por robos, agresiones u otros actos criminales. Realizando un estudio de cohortes, estos 137 casos se aparearon por raza, género y entorno socioeconómico a 237 individuos del grupo original que no habían incurrido en ningún tipo de conducta criminal. Comparando todos los registros se observó que quienes a los 23 años habían cometido algún tipo de delito grave, también habían mostrado valores significativamente más bajos de respuesta condicionada al miedo a los tres años de edad.
La falta de respuesta al miedo está asociada a disfunciones en la amígdala (una parte del cerebro responsable de las emociones). Y según Raine: "Éste es el primer estudio longitudinal que demuestra que un déficit temprano en el condicionamiento autónomo al miedo predispone a la criminalidad adulta. Los resultados son consistentes con la hipótesis de que el mal funcionamiento de la amígdala incrementa el riesgo de conducta criminal, y demuestra que este condicionamiento al miedo a edad temprana no está explicado por factores sociales, de género o raza".
Comentario: La siguiente historia es un ejemplo sincero, personal y dramático de la psicopatía presente en una situación "normal" de familia. Muchas personas podrán identificarse con gran parte - o incluso completamente - de esta historia y podrán saber de esta miserable pero invaluable experiencia cómo un solitario psicópata puede victimizar a tantas personas, apoderarse de los sistemas sociales y legales, y arreglárselas para que la principal víctima cargue con el problema. La historia de supervivencia de Vida, claramente revela la saña de la psicopatía a un nivel interpersonal, y debería dejarnos a todos con algo que pensar sobre el daño que puede ser ocasionado por psicópatas más poderosos en posiciones de autoridad.
"Está en tu cabeza, ¡siempre ha estado en tu cabeza! ¡Simón es un buen hombre!" Pero incluso si miles de personas creen, mienten y se levantan para defender al depredador, sigue siendo una mentira. Y sí, tales confrontaciones tienen sus consecuencias, emocionales y físicas, y Simón mantiene la cuenta y se deleita cada vez que inflige daño. De hecho, Simón planeó la confusión psicológica, ansiedad, estrés y aflicción que surgía cada vez que mis hijos, amigos, y familia me atacaban. Corrieron lágrimas, la motivación menguó, y el insomnio llegó; pronto, un amplio rango de síntomas me advirtieron sobre las condiciones crónicas que resultarían de todo esto si no trataba estos problemas.
Debido a esto, me vi forzada a enfrentar a mis demonios y hacerme presuntas difíciles: ¿Cómo es que mis hijos mayores pueden olvidar quien soy y lo que represento? ¿Cómo es que una relación parental puede volverse tan tóxica de repente? Me llevó años entender las oscuras y brutales fuerzas que alteraron mi vida, mis relaciones y circunstancias. Tuve que cuestionar e investigar sobre mis creencias más profundas, ya que creía en el bien inherente en todas las personas. Esto fue, sin duda, la mentira más dañina de mi formación. Ahora, entiendo que los psicópatas se deleitan al infligir daño y dolor; su deporte es buscar una presa fácil.
Mientras buscaba la verdad, me encontré con libros que explicaban y validaban mi conocimiento interno e intuición. El Dr. Robert Hare afirma que con al menos dos millones de psicópatas en Norte América, virtualmente todos caerán víctima de un depredador en algún momento de su vida (Sin conciencia pag.2.) Kevin Hogan y James Speakman explica las técnicas de Persuasión encubierta, y Amy J.L. Baker escribió Rompiendo las ataduras que nos sujetan, que menciona como los niños pueden ser programados y condicionados para actuar como pequeños soldados en contra del padre elegido. Los psicópatas parecen entender muy bien estas estrategias; quizá son innatas. Por lo tanto, tenga cuidado: el depredador lo escogerá cuando esté en el punto más bajo, entonces él o ella sentirá lo que usted necesita y se lo dará. Él o ella usará estrategias de manipulación mental en la forma de sublimaciones, programación neurolingüística y otros recursos retóricos. Tu propia moral y valores serán usados para controlarte y mantenerte cautivo. Una vez atrapado, el psicópata se alimentará de ti, infligiéndote un daño irreversible y devastación; nunca serás el mismo. Esta es la historia de mi desaventura.
Como siempre que se habla de medicinas alternativas, los más reacios se aferran a la falta de evidencias cuantificables para dudar de sus beneficios. Sin embargo, cada vez son más las instituciones y revistas de prestigio que ponen sobre la mesa su utilidad. Como acaba de hacer un grupo de investigadores de la Universidad Wakeforest (en Carolina del Norte, EEUU) en las páginas de la revista The Journal of Neuroscience.
Sus trabajos con 15 voluntarios jóvenes acaban de demostrar que unos minutos de meditación, incluso sin ninguna experiencia previa con esta técnica, pueden tener un amplio efecto contra el dolor (incluso superior en algunos casos a los de analgésicos y opiáceos clásicos, como la morfina).
Comentario:
Comentario: Para obtener más información sobre una sorprendente técnica de relajación recomendamos que visite Éiriú Eolas, un programa para el control del estrés, curación y rejuvenecimiento. Éiriú Eolas es el renacimiento moderno de un antiguo programa de respiración y meditación que está siendo aclamado alrededor del mundo como la herramienta que le ayudará a:
* Mantenerse relajado en medio de las tensiones de la vida cotidiana
* Trabajar con cuidado la liberación de los traumas emocionales y psicológicos pasados
* Liberar emociones reprimidas y bloqueos mentales
* Rejuvenecer y desintoxicar su cuerpo y mente