Traducción por
El Averiguador

© jmccanneyscience.com press
Planeta X, cometas y cambios terrestres
por James M. McCanney
Minneapolis, MN: jmccanneyscience.com press, 2007 (publicado por primera vez en 2002)
182 pp.
Un nuevo modelo del universo
Hace tiempo que es necesaria una revolución científica sobre las teorías de la naturaleza de los cometas, la formación del sistema solar y de los fenómenos astronómicos en general. Por ejemplo, las imposibilidades y contradicciones inherentes en el "modelo cometario de la bola de nieve sucia" y la teoría del "colapso nebular" sobre el origen del sistema solar son legión. Las teorías se quedan cortas al explicar los fenómenos observados, pero nunca escucharás una aceptación por parte de los científicos que las promueven. Desafortunadamente, parece que en todas sus excavaciones mentales, los científicos producidos en masa de nuestra era se han enterrado en una trinchera de deprimentes proporciones, llevados por la tendencia inercial de las inocentes opiniones de sus queridos profesores. De hecho, ni siquiera pueden decir qué tan enterrados están, o que sus teorías están tan tristemente desactualizadas como los fósiles de los mastodontes a los que hacen la vista gorda. Y gracias al
trabajo de James McCanney en los últimos treinta años, ellos se ven sumergidos, según palabras de Mullah Nasr Eddin, "en las más profundas botas de lluvia que unos pies transpirados jamás hayan usado".
James McCanney es como un rebelde en la comunidad científica. Habiendo enseñado física y matemáticas en la Universidad de Cornell, fue destituido debido a la presión que recibían las autoridades de la Universidad por parte de profesores del departamento de astronomía que no simpatizaban con lo que él estaba publicando. En ese sentido, el sector académico es como una parte en la vida de la Mafia: "No puedes decir esas cosas. Si lo haces, te arruinaremos". Pero mientras que McCanney pudo haber sufrido el destino de cualquier científico que intenta ir contra la corriente, sus teorías siguen vigentes, prediciendo nuevos fenómenos observados sin tener que recurrir a la "vieja plaga" de falsas teorías ampliamente aceptadas (el término de McCanney para la vergonzosa "revisión" de viejas teorías para explicar observaciones inesperadas).