Un fuerte terremoto de magnitud 6.1 grados en la escala de Richter se registró en la región de Tonga el 28 de octubre de 2014 a 03:15 UTC (15:15 hora local). USGS informa profundidad de 35 km (21,7 millas). © Desconocido
El epicentro del
sísmo fue localizado 129 kilometros (80 millas) al noroeste de Hihifo, Tonga, 346 km (215 millas) WSW de Apia, Samoa y 435 km (270 millas) WSW de Tafuna, Samoa Americana.
No hay personas que vivan a menos de 100 km de radio. No se espera Tsunami.Geociencia de Australia estima que el sismo podría haber sido sentido por la gente hasta 459 km de distancia.
USGS emitió alerta verde para relacionada temblorosas-víctimas mortales y pérdidas económicas. Hay una baja probabilidad de víctimas y daños.
En general, la población en esta región reside en estructuras que son vulnerables a los temblores, aunque existen algunas estructuras resistentes.
La población más cercana al sísmo es
Hihifo, perteneciente a la isla de Niuatoputapu, a unos 129 kilómetros del hipocentro, con una población cercana al millar de habitantes.
En septiembre de 2009, casi 200 personas murieron en Tonga y Samoa tras el "tsunami" provocado por dos terremotos simultáneos de 8 y 8,1 grados de magnitud.
Comentario: Lo que llama la atención es que el sol se encuentra bastante callado últimamente, cuando, en realidad, debería estar muy activo:
La disminución de la Actividad Solar, desconcierta a científicos (Vídeos)
Baja actividad solar podría significar una pequeña edad de hielo
Esta es una señal de los tiempos que muchos ignoran, pero que no debería pasar desapercibida.
En el libro Earth Changes and the Human-Cosmic Connection, de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadczyk, se explica por qué esto es importante. Por empezar, hace falta tener en cuenta la teoría del universo eléctrico, y cómo los planetas interaccionan entre sí y con el Sol. Esta disminución excepcional de actividad solar coincide con (¡sorpresa!) épocas de mucho aumento de actividad cometaria. (La corriente eléctrica del Sol es más débil, y cometas y polvo cósmico son atraídos hacia nuestro planeta). Y, a su vez, cuanta mayor actividad cometaria, más son las glaciaciones registradas, los cataclísmos históricos, etc.
¿Quizás nos esperan más cometas si el Sol sigue callándose? Una llamarada aquí o allí no aumenta la cantidad de actividad que DEBERÍA estar teniendo el Sol si no hubiera nada anormal en el ciclo. De hecho, la NASA no parece tener todos los factores esenciales en cuenta, ya que desde el inicio de esta disminución de frecuencia al comienzo del ciclo solar 23 (el anterior al presente) en 1998, viene reduciendo su predicción de llamaradas solares. Al comienzo dijo que se esperaban unas 180 por mes, y hoy la cifra ronda por los 80. En otras palabras, ven que algo no cuadra, pero siguen tratando de pegarse a sus teorías. Y eso no protege a nadie...
Si le interesa el tema, le recomendamos leer todos los detalles y más en el libro arriba mencionado.