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La empresa que opera la central nuclear de Fukushima detectó niveles bajos de radiación en aguas que fluyen bajo el suelo del complejo y que la compañía quiere verter al mar. En un primer análisis, la operadora de la planta dañada por el terremoto y tsunami de 2011 desechó que el líquido fuera tóxico. Sin embargo, un segundo muestreo realizado fuera de la planta contradijo los resultados preliminares.La empresa operadora de la central nuclear de Fukushima detectó niveles bajos de radiación en aguas que fluyen bajo el suelo del complejo y que la compañía quiere verter al mar, ya que amenazan con inundar la planta.
En un primer análisis, la operadora privada de la planta dañada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011,
Tokyo Electric Power (TEPCO), desechó que el líquido fuera tóxico, aunque un segundo muestreo realizado fuera de la planta reveló que el líquido contenía 0,22 becquereles de cesio-134 y 0,39 becquereles de cesio-137 por litro.
Ese nivel está muy por debajo del límite de 90 bequereles por litro que establece la ley nipona para permitir verter el agua al mar.