Cambios Planetarios
Las lluvias torrenciales que comenzaron el pasado día 12 de enero y se prolongaron durante varios días anegaron pueblos enteros y provocaron aludes en la región de Serrana, una zona próxima a la capital, Río de Janeiro.
La Secretaría de Salud y Defensa Civil de Río de Janeiro señaló en su último reporte publicado en su sitio web que Nova Friburgo es la localidad más afectada con 391 víctimas mortales, seguida por Teresópolis (327) y Petrópolis (66).
Una tercera parte de los muertos causados por el que se ha convertido en el peor desastre natural de la historia de Brasil son menores de edad, según datos recogidos por el diario O Globo.
El Gobierno informó este fin de semana de que el balance de víctimas mortales de las inundaciones superaba en más del doble la última cifra oficial, que era de 41. La mayoría de las víctimas se han registrado en la provincia de KwaZulu-Natal, en el este.
Aparte, miles de viviendas han quedado dañadas a causa de las inundaciones que se han registrado en la zona de Johannesburgo y en las provincias del este y del norte. En el vecino Mozambique, más de 13.000 personas se han quedado sin techo o han sufrido daños en sus viviendas a causa de las aguas.
Según el grupo logístico sudafricano Transnet, las fuertes lluvias de este mes han afectado al transporte ferroviario de mercancías, a la producción de carbón y a las exportaciones de maíz.
El epicentro se ha localizado a 106 kilómetros al suroeste de la ciudad de Karakul, con una profundidad de 89,5 kilómetros. El temblor se ha dejado notar en la capital, Dusambé, sin grandes daños materiales.
Además, la sacudida también se ha sentido en las urbes paquistaníes de Islamabad, Rawalpindi, Peshawar, Mansehra, Abbotabad y Charsadda, donde habría causado mayores destrozos, según informa la cadena Geo TV.
Robert Frederick, experto del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que un sistema de tormenta que se fortalece el sábado desde la costa del Atlántico arrojó nieve sobre Carolina del Norte, con acumulación de 15 centímetros (seis pulgadas) en las áreas costeras del norte de Wilmington.
Frederick señaló que podrían caer 7,5 cm (tres pulgadas) de nieve o más sobre la cadena de islas Outer Banks.
Tabitha Styron, de la posada Seahawk Motor Lodge frente al mar en Atlantic Beach, comentó que parte de sus huéspedes están refunfuñando, pero muchos caminan en el exterior y no pueden creer lo que están viendo.
Se reportaron ráfagas de la tormenta incluso en Charleston, Carolina del Sur.
Según datos proporcionados por el National Weather Service (el servicio meteorológico federal), International Falls, ciudad de Minnesota en el confín con Canadá, el viernes registró un récord absoluto con -43 grados y así confirmó su fama de "congelador del país".
En la jornada de hoy la temperatura se ubicó en -25 grados pero el frío percibido era intenso a consecuencia del viento.
En los ocho estados de medio oeste (Illinois, Indiana, Iowa, Michigan, Minnesota, Missouri, Ohio y Wisconsin) el mes de enero es particularmente severo pero las temperaturas este fin de semana son consideradas excepcionales.
Brusco contraste
Este frío tan intenso y generalizado -habitual tras pasar Sant Antoni- contrasta con la situación que marcó el inicio de año con temperaturas más cálidas de lo habitual y ambiente primaveral en todo el territorio, debido a la entrada de una masa de aire procedente de África que hizo que los termómetros alcanzaran hasta 22 grados en Xàbia hace apenas una semana y rondaran los 16 en numerosas zonas del litoral.
La inundación comenzó hace más de un mes en el estado de Queensland, en el noreste, donde han muerto 30 personas, han sido dañadas o destruidas más de 30.000 viviendas y se han perdido al menos 3.000 millones de dólares australianos (3.000 millones de dólares estadounidenses) en exportaciones de cultivos y carbón mineral.
Lluvias sin precedentes cambiaron el foco de emergencia de inundación al estado de Victoria, en el sureste de Australia, el cual es normalmente árido durante el verano meridional.El viceprimer ministro Wayne Swan dijo el domingo en un comunicado que las inundaciones tendrán la escala de uno de los desastres naturales más costosos en la historia de la nación y su impacto en la economía se sentirá durante años.
Una ola de frío ha matado en las últimas tres semanas por lo menos a 7 personas y más de 20.000 cabezas de ganado, entre vacas y búfalos, según un funcionario y la prensa estatal.
Hoang Kim Giao, director del Departamento de Cría de Ganado, indicó que las terneras suman más del 70% del ganado muerto a causa del frío en 18 provincias norteñas.
El fin de semana se presenta en España con una ola de frío que puede durar hasta la mitad de la próxima semana, según las predicciones de la Agencia Estatal de meteorología (Aemet). El aire gélido y seco de origen continental ha entrado en la península por el noreste y Baleares. Una treintena de capitales de provincia registrarán temperaturas bajo cero y en algunos casos cercanas a los -10 grados a lo largo del fin de semana.