Una gran tormenta, de aproximadamente una hora de duración, arrojó a partir de las siete de la tarde de ayer agua y granizo en gran cantidad que anegó las calles y carreteras de San Clemente e incluso se coló por viviendas y sótanos de la localidad. © La Tribuna de Ciudad Real
La tromba de agua y pedrisco llegó a derramar
22,6 litros por metro cuadrado en apenas una hora, destrozando ventanas, puertas, mobiliario urbano y haciendo impracticable durante varias horas el tránsito por las calles y plazas.
El campo sufrió también las graves consecuencias de la tormenta, destrozando cultivos de cereal, ajos y viñedo en el propio municipio sanclementino, en Las Pedroñeras, en El Provencio y Las Mesas.
Hasta la jornada de hoy no se sabrá a cuanto ascienden los daños, pero
algunos agricultores consultados confirmaron que han perdido el 100 por 100 del cultivo.
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