
Aproximadamente el 70% de la actividad sísmica que afecta el territorio nacional se origina frente a las costas de Guerrero y Oaxaca. Por su cercanía, las ondas de estos sismos alcanzan fácilmente el centro del país que es la región más poblada y de mayor actividad económica.
Una serie de temblores mayores o cercanos a los 5 grados en la escala de Richter, se registraron durante agosto de 2013 en México, mismos que causaron temor y pánico entre los habitantes de las diversas ciudades y estados donde se sintieron, así como la activación e implementación por parte de las autoridades de las medidas que exigen los protocolos preventivos y de seguridad, luego de la activación de la alarma sísmica.
Entre las principales medidas mencionadas, al menos en el DF, se encuentran el desalojo de diversos edificios como medida preventiva, así como la revisión de instalaciones vitales y estratégicas; el sobrevuelo por la ciudad de México de helicópteros de Protección Civil, y recorridos en las 16 delegaciones, por elementos de la policía capitalina adscritos a los 847 cuadrantes en las que se encuentra dividida, para diagnosticar daños en las diferentes zonas del Valle de México, entre otros.