Traducido por el equipo de SOTT.net
Eran las 8:15 de la mañana de un sábado cuando el teléfono de Woody Goss empezó a sonar.

Gaviota de Ross
Molesto, consultó la pantalla y descubrió que uno de sus grupos de observación de aves estaba perplejo ante una pequeña gaviota blanca con distintivas marcas negras. El ave parecía una gaviota de Ross, un visitante muy raro del Ártico que se detuvo por última vez en las playas de Chicago en 1978.
Pero, ¿podría ser?
Goss, una "persona de gaviotas" entre los observadores de aves, no tenía ninguna duda. Salió corriendo de casa y condujo desde Lakeview hasta Rainbow Beach, en el South Side, "más rápido de lo que admitiría ante un periodista".
Y allí estaba, a 3.000 kilómetros de su gélido hogar.
"Esto es lo mejor que me puede pasar, no sólo como observador de aves, sino en la vida", dijo Goss, de 34 años.