Cambios Planetarios
El primer fenómeno fue el de mayor magnitud con 4,1 en la escala de Richter, ubicado a 7 kilómetros 500 metro de profundidad y a dos kilómetros del cráter del volcán Galeras. Del segundo aún no se reportan datos, aunque se sintió con menor intensidad.
Los movimientos fueron percibidos en Pasto, Sandoná, La Florida y Nariño, municipios ubicados en el área de influencia del volcán.
El centro Regulador de Emergencias informó que no existes reportes de daños o personas afectadas por los sismos, mientras que Ingeominas mantiene la alerta amarilla, que significa cambios en el comportamiento del Galeras.
El director de la DGAC, Fernando Guerrero, explicó a Efe que de momento no se han suspendido las operaciones aéreas, aunque algunas rutas han sufrido modificaciones para evitar el contacto de los aviones con la ceniza.
En la ruta que llega de Lima a Quito o Guayaquil, señaló Guerrero, se ha dispuesto que los vuelos operen a 36.000 pies de altura (10,98 kilómetros), ya que la estela de ceniza se encuentra entre los 25.000 y 34.000 pies (7,62 y 10,34 kilómetros).
Además, señaló que, por las condiciones operativas de las aeronaves que cubren el trayecto entre Cuenca (sur) y Quito, la DGAC ha dispuesto que esos vuelos no sigan la ruta andina y tomen el corredor amazónico. Esa medida, añadió el director de la DGAC, ha demorado los vuelos en unos diez o quince minutos y remarcó que el principal trayecto local, entre Quito y Guayaquil, no ha sufrido ninguna alteración, pues no es afectado por la ceniza volcánica.
Cientos de personas huyeron del torrente de lava, agua, rocas y las cenizas despedidas en las recurrentes erupciones ocurridas entre finales de octubre y comienzos de noviembre.
La corriente negra fluye a una velocidad de hasta 60 kilómetros por hora y se ha desplazado unos 50 kilómetros.
Según el más reciente conteo oficial, 341 personas murieron desde el despertar del Merapi el 26 de octubre último, mientras alrededor de 100 mil permanecen en casas temporales, pues sus viviendas quedaron destruidas. La mezcla de barro afectó hasta ahora más de 30 hectáreas de productos agrícolas que se encontraban listos para cosechar.
No se reportaron daños o heridos de forma inmediata, y la agencia meteorológica japonesa reportó que no hay peligro de maremoto.
El epicentro ocurrió cerca de las islas Ogasawara, a unos 800 kilómetros al sur de la principal isla japonesa, reportó la agencia. El terremoto sacudió a una profundidad de 480 kilómetros.
La agencia meteorológica japonesa reportó una magnitud de 6,9, sin embargo, la oficina geológica estadounidense señaló que ésta era de 6,6. La razón de la discrepancia no quedó clara de forma inmediata.
Japón es uno de los países del mundo más proclives a sufrir terremotos. En 1995 un terremoto de magnitud 7,2 mató a 6.400 personas en la ciudad de Kobe.
Europa vive estos días una ola de frío que está afectando a buena parte de sus comunicaciones y está provocando víctimas mortales. En Polonia al menos once indigentes han fallecido por esta causa.
Los aeropuertos de Gatwick (Londres), Edimburgo (Escocia) y Ginebra están cerrados hasta el jueves por la mañana, mientras que los de Fráncfort y Múnich (Alemania) han tenido que suspender muchos vuelos por segundo día consecutivo, y el de Bruselas registra retrasos.
También había alteraciones en la salida y llegada de aviones en el aeropuerto londinense de Heathrow, y en los de Viena y Praga, donde los retrasos rondaban los 80 minutos. En España se acumulan retrasos y se cancelan vuelos con destino a Europa.
Asimismo, la autoridad de Aviación Civil francesa ha anunciado la anulación de un 25% de los vuelos del aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle previstos para el jueves debido a los pronósticos de fuertes nevadas en la región y ha pedido a las aerolíneas que anulen el 10% de los vuelos del aeropuerto de Orly.
Millones de personas tuvieron que hacer grandes esfuerzos el martes para llegar al trabajo en el Reino Unido, donde la nieve cubría muchas regiones con capas de 2 a 5 centímetros de espesor. El aeropuerto de Edimburgo, en Escocia (norte), tuvo que ser cerrado en varias ocasiones desde el domingo. En Londres, el aeropuerto de City también registró retrasos y anulaciones.
En España, en la región de Huesca (noreste), el termómetro marcó el lunes -10°C. En Galicia (noroeste), Cataluña (noreste) y Castilla León (centro) nevó y cerca de 5.000 alumnos no pudieron ir a clase el martes.La mitad norte de Portugal también estaba cubierta de nieve desde el lunes, con importantes problemas de circulación, en especial en las zonas de Guarda (centro), Vila Real (norte) y Bragança (noreste).
El antiguo reporte de caída de la temperatura en esta urbe, ubicada en el centro del país data de 1956 con menos 9,5 grados centígrados.
También en las localidades centrales de Chateaudun, con menos 13,4 grados centígrados (menos 10,9 grados en 1993) y en Chartres con menos 11,3 grados centígrados (menos 9,7grados en 1947) se constataron records .
El decreto, que ya cubría al occidental estado Falcón, se amplió al distrito capital y los adyacentes estados Miranda y Vargas. La declaratoria de emergencia permite disponer de recursos extraordinarios, así como usar espacios para recopilar ayuda y ofrecer asistencia a los más afectados.
Los derrumbes e inundaciones provocados por las precipitaciones han dejado 25 personas fallecidas durante la última semana, según informó el vicepresidente Elías Jaua.
"Debido a las fuertes condiciones meteorológicas, no hay vuelos de salida ni de llegada en Gatwick", explicaron las autoridades del aeropuerto en un comunicado.
"El tráfico permanecerá cerrado como mínimo hasta las 6:00 del jueves 2 de diciembre", añadió, advirtiendo a los pasajeros que no se acercasen al aeropuerto.

En Nueva Felicidad la tierra, que se dedica a agricultura, se agrieta, se hunde y salen humaredas de gases.
"Desde hace tres semanas se quema la tierra, la tierra se está bajando (hundiendo), porque está ardiendo", dijo a la AFP Angel Baltasar, propietario de un predio cercano a los hasta ahora inexplicables fuegos subterráneos.
El fenómeno se presenta en un área de una hectárea en el pequeño poblado de Nueva Felicidad, del departamento de Cochabamba (centro), donde viven unas 45 familias.