
Pobladores de Neunstetten-Altmuehl, Baviera del Norte, observan como el río se sale su cauce.
El invierno llegó anticipadamente a Alemania y el frío que trajo consigo fue tan intenso que hasta los amantes de la nieve se sorprendieron rogando por temperaturas más clementes. Ahora, el hielo y las masas de nieve que se acumularon en todos los rincones de la geografía germana se derriten debido al ascenso de las temperaturas, obligando al país a prepararse para posibles emergencias causadas por el desbordamiento de sus ríos.
Este 8 de enero tuvieron lugar las primeras inundaciones en el suroeste de Alemania. En Cochem, una ciudadela del Estado federado de Renania-Palatinado, el agua invadió la planta baja de varios edificios y la represa de Zell, cerca de Cochem, no pudo retener las aguas del río Mosela. "El Mosela está saturado de punta a punta", comentaba un funcionario de la policía de la ciudad de Trier.