Cambios Planetarios
De acuerdo con el Sistema de Monitoreo del volcán, los demás parámetros se mantienen sin cambios. El semáforo de alerta volcánica continúa en amarillo fase dos, es decir, normal.
Un reporte de radio informó que autoridades piden a la población que se mantenga alerta en las próximas horas, ya que se esperan que el volcán lance cenizas y explosiones de nivel bajo y moderado.
La última vez que el volcán registró actividad violenta fue en diciembre del año 2000.
Entre los fallecidos hay diez hombres --siete de los cuales perecieron en su domicilio y tres en la calle-- y seis mujeres --una de ellas murió en la vía pública y las cinco restantes en su casa--, ha señalado dicho órgano.
Con el fin de evitar nuevos decesos a causa de la ola invernal, la Secretaría de Salud ha recomendado a la población que se abrigue, que evite el cambio brusco de temperaturas y que consuma gran cantidad de líquidos, frutas y verduras con vitaminas A y C.
En la misma línea, ha recordado que en esta época del año son frecuentes las muertes por intoxicación de monóxido de carbono, procedente de estufas y otros aparatos eléctricos, por lo que instó a la ciudadanía a hacer un uso responsable de los mismos.
El gobernador de la provincia de La Convención, en la región de Cuzco, Oscar Rodríguez Monterroso, informó a Radio Programas del Perú (RPP) que diez kilómetros de la carretera que comunica el poblado de Kepashiato con el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) está cubierto de lodo y piedras por los deslizamientos de las últimas horas.
"Hay comerciantes y personas que realizan trámites y turistas nacionales que visitan el santuario arqueológico de Machu Picchu por esta zona y que, al quedarse varados, han tenido que caminar por varias horas", reportó la autoridad. El año pasado, la ciudadela de Machu Picchu se vio afectada por el desborde del río Vilcanota y tuvo que cerrar su atención al público por dos meses para poder reparar la vía del tren dañada por las inundaciones.
Este fenómeno meteorológico ha dejado a miles de personas sin electricidad en Mississipi y en el norte de Georgia. También los estados de Tennessee, Carolina del Norte y del Sur, Arkansas y Alabama se han visto afectados por las inclemencias del tiempo.
Por su parte, las autoridades del país trabajan para restablecer los servicios afectados. Mientras que los meteorólogos pronostican que el mal tiempo continuará este martes, por lo que en muchas regiones se ha declarado el estado de emergencia, y se han cerrado escuelas y las oficinas gubernamentales.
La mayoría de los vecinos han sido trasladados a un albergue de esta localidad, aunque algunos han preferido instalarse en las casas de sus familiares de forma provisional. El fuego ha consumido ya tres viviendas y ha herido a varios canguros, que han tenido que ser atendidos con quemaduras en un centro veterinario cercano.
Unos 150 bomberos trabajan para controlar el incendio, tarea difícil debido a las rachas de viento de hasta 50 kilómetros por hora que avivan las llamas. "Hemos logrado establecer una línea de seguridad en torno al fuego, pero el viento es nuestro enemigo", dijo Mike Venn, el coordinador del equipo.
El organismo señaló que desde hace más de un mes llueve intensamente, por lo que la ciudad de Divinolandia Minas, golpeada por las inundaciones, Bas-Saint Gerard, afectada por fuertes vientos, y Espíritu Santo de Oro, por deslizamientos de tierra, se sumaran a las zonas afectadas en ese estado, al sureste brasileño.
Los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Espíritu Santo también han resultado perjudicados por las precipitaciones.
Este domingo, en el estado Sao Paulo se registraron 11 muertes, y 57 ciudades, incluida la capital del mismo nombre, en estado de emergencia. Al menos seis mil 443 personas abandonaron sus hogares en ese estado habitado por 40 millones de ciudadanos.
En Río de Janeiro casi 70 mil personas fueron afectadas por las fuertes precipitaciones. 117 favelas (barrios pobres) están en estado de alerta, siendo la ciudad de Teresopolis la más afectada, informó Defensa Civil.
Por su parte, en el estado de Espíritu Santo resultaron afectados 16 mil personas, mientras que 63 ciudades fueron declaradas en emergencia.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se ha registrado a unos 129 kilómetros al nor-noroeste de la ciudad de Concepción, ubicada en la región de Biobío, a una profundidad de 25 kilómetros. El seísmo se localizó a unos 25 kilómetros de profundidad.
"No ha habido reportes de heridos o daños a la infraestructura", informó una portavoz de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI). "Se ha descartado un tsunami", agregó.
"La contaminación tóxica de las granjas y localidades inundadas a lo largo de la costa de Queensland tendrá un impacto desastroso sobre los corales del Gran Arrecife de Coral y tendrá probablemente un impacto significativo en los dugongos, las tortugas y otra fauna marina", ha indicado el World Wild Life Fund (WWF) en un comunicado.

Pobladores de Neunstetten-Altmuehl, Baviera del Norte, observan como el río se sale su cauce.
El invierno llegó anticipadamente a Alemania y el frío que trajo consigo fue tan intenso que hasta los amantes de la nieve se sorprendieron rogando por temperaturas más clementes. Ahora, el hielo y las masas de nieve que se acumularon en todos los rincones de la geografía germana se derriten debido al ascenso de las temperaturas, obligando al país a prepararse para posibles emergencias causadas por el desbordamiento de sus ríos.
Este 8 de enero tuvieron lugar las primeras inundaciones en el suroeste de Alemania. En Cochem, una ciudadela del Estado federado de Renania-Palatinado, el agua invadió la planta baja de varios edificios y la represa de Zell, cerca de Cochem, no pudo retener las aguas del río Mosela. "El Mosela está saturado de punta a punta", comentaba un funcionario de la policía de la ciudad de Trier.
La intensidad de las precipitaciones ha obligado a abrir la presa de Wivenhoe Dam, la más importante de Brisbane, y otras de sus alrededores para evitar una ruptura de las mismas. No obstante, los 116.000 litros de agua que han liberado al día han dado lugar a las primeras inundaciones en la ciudad, agravando de este modo la situación general del estado.
Así, la población ha comenzado a proteger sus viviendas con sacos de arena, aunque los servicios de emergencia han adelantado a los vecinos que probablemente tendrán que abandonar sus casas. "Deberán pensar en cómo salir", dijo el jefe de la Policía de Brisbone, Alistair Dawson.