Cambios Planetarios
El obelisco fue erigido entre la Casa Blanca y el Capitolio en 1884 en honor al presidente George Washington y su construcción duró 36 años. Está hecho de granito y cubierto de mármol, y alcanza un peso de 91.000 toneladas y una altura de 169 metros.
Un terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter se registró en la costa este de EE. UU. este martes a las 13:51, hora local. El epicentro del sismo, que se dejó sentir en la capital del país, Washington, a 139 kilómetros de distancia, estaba cerca de la ciudad Mineral, en el estado de Virginia.
North Anna, la planta más cercana al epicentro del sismo, reportó un apagón luego del movimiento telúrico. Fue necesaria la utilización de energía de reserva para mantener frío el combustible nuclear.
El evento no produjo daños en la estructura de la planta ni se perdió material nuclear. En los Estados Unidos 104 reactores nucleares producen cerca del 20% de la electricidad que consume el país.
Un fuerte sismo sorprendió esta tarde a la costa este de los Estados Unidos, con epicentro en Virginia, según informaron las agencias internacionales de noticias.
Los primeros reportes indican que las torres de control de los principales aeropuertos de Nueva York, como el de Newark o el JFK, están siendo evacuadas, así como también el Capitolio y el Pentágono. También debieron cerrar y seguidamente apagar los dos reactores nucleares en Virginia. Oficiales federales no reportaron daño alguno en ninguno de ellos.
El portavoz del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Dennis Felgen, le dijo a BBC Mundo que "el impacto será en las regiones del norte y medio este, donde no están acostumbrados porque no llegan muchos huracanes y donde hay mucha población y muchas viviendas".
Por ello -explicó- "hemos advertido que pongan mucha atención a Irene y se aseguren de que tienen todos los suministros necesarios para hacer frente a un huracán". Felgen asegura que deben estar en alerta incluso hasta la costa de Maine.
Señala que en el NHC pueden hacer predicciones "muy fiables para un plazo de 48 horas" ya que cuentan con "avanzadas herramientas y una gran experiencia", aunque pasado ese plazo el margen de error se amplía.

Este boquete de tres metros de ancho y seis de profundidad obligó el cierre de la autopista Norte y generó un caos vehicular durante todo el día.
La emergencia empezó en las primeras horas de la mañana al abrirse un pequeño boquete en la vía, que permitió, aunque con algo de riesgo, el paso por un carril.
Horas más tarde, cuando se estaba evaluando la magnitud del daño, se fue otro pedazo de la banca que abrió aún más el boquete por lo que se determinó cerrar totalmente la calzada norte-sur y como medida preventiva dejar paso restringido solo para vehículos livianos en la de sentido sur-norte.
Los vehículos que venían del norte fueron desviados hacia la carretera 65, que en un principio fue habilitada en doble sentido, pero debido al caos que se generó fue llevado hasta la carrera 67, para retomar la 65 donde empieza la doble calzada.
Para el sentido sur-norte, como medida preventiva, se desvió el tráfico pesado hacia la avenida Regional y se permitió el paso de vehículos livianos, hasta unos 100 metros antes del sitio de la emergencia donde podían tomar una vía alterna del barrio Belalcázar y salir 100 metros adelante.
Irene, un huracán de categoría dos desde la noche del lunes, cuando llegó a República Dominicana tras su paso por Puerto Rico, se hallaba ayer a 85 km al Noroeste de la ciudad Puerto Plata y a 100 kilómetros al Sur de la isla Gran Turca, informó el reporte del Centro Nacional de Huracanes, NHC, con sede en Miami.
Los últimos pronósticos sostienen que Irene podría tocar tierra este fin de semana en Wilmington, Carolina del Norte, donde es posiblemente llegue convertida en un huracán de categoría cuatro sobre la escala de cinco niveles de la medición Saffir-Simpson.
Según el informe, Irene, que se encontraba ayer sobre el Norte de República Dominicana y Haití, se preparaba en la noche para pasar cerca de las islas Turcas y Caicos y el Sureste de Bahamas.
En otro orden de asuntos, y sin abandonar la actividad sísmica, El Hierro ha contabilizado desde el pasado sábado y hasta ayer, a las 07.05 horas, un total de 56 sismos de baja intensidad, según los datos del Instituto Geográfico Nacional y un total de 3.769 movimientos desde el 19 de julio de este año.
Los movimientos han oscilado en su mayoría entre los 1,5 y los 2,1 grados en la escala de Ritcher, y sus focos de sismicidad se encuentran alrededor de los 10 kilómetros de profundidad. Los de mayor intensidad se registraron el domingo a las 10.06 horas (2,1) y a las 12.23 horas (2,0), y ayer, a las 01.24 horas (2,0), siempre en el municipio de Frontera. El último se produjo ayer a las 01.31 horas, también en Frontera, y sumó 1,9 grados. Se detectó a unos 11 kilómetros de profundidad.
Este movimiento telúrico se produjo horas después de otro de 7,1 grados (inicialmente se informó de una magnitud de 7,5), de acuerdo con datos de la agencia estadounidense que vigila la actividad sísmica mundial.
Según esta agencia, que tiene su sede en Colorado, un primer movimiento ocurrió a las 16.55 GMT y el centro se ubicó a 41 kilómetros de profundidad.
Según informó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el epicentro se ubicó a 320 kilómetros al oeste de la localidad de Subakumi y a 31.7 kilómetros de profundidad marina.
La tormenta Irene se convirtió el lunes en el primer huracán de la temporada del Atlántico 2011, luego de alcanzar Puerto Rico con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos dijo que reportes preliminares develaron daños significativos en el cableado eléctrico y árboles al amanecer el lunes en la isla, y que más de 800.000 viviendas se encontraban sin suministro de energía.
De acuerdo al último reporte del CNH, Irene ya empezaba a alejarse de Puerto Rico y estaba situada a unos 90 kilómetros al oeste de San Juan y a alrededor de 165 kilómetros al este de Punta Cana en la República Dominicana.
Comentario: Sugerimos la lectura de "Atando Cabos: Cambios Cósmicos, Inestabilidad Planetaria y Clima Extremo" para poder apreciar este singular evento y otros tantos similares ocurridos por todo el mundo, en un contexto más amplio y vinculados a extraordinarios cambios planetarios.