© TED ALJIBE/AFP/Getty ImagesVíctimas de las inundaciones causadas por el tifón Pablo, son veladas en el antiguo mercado público en Nuevo Batán, provincia del Valle de Compostela, el 8 de diciembre de 2012. Ya se reportaron al meanos 800 muertos y sigue la búsqueda desesperada de desaparecidos.
Las brigadas de rescate continúan trabajando en Filipinas, devastada tras el tifón Pablo que arrasó principalmente la isla Mindanao, mientras las cifras de muertos ascienden a 418 y los desaparecidos en 384, en su mayoría pescadores.
El tifón Pablo, denominado internacionalmente tifón Bopha, tocó tierra a través de Surigao, en momentos que los vientos sostenidos eran de 175 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 210 kilómetros por hora. Durante su paso, los vientos continuaron azotando con vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora, para salir en dirección noroeste el miércoles.
"Probablemente la mitad de los desaparecidos podrían haber muerto ahora", dijo el gobernador del Valle de Compostela Arturo Uy, según cita el medio Phistar. Sin embargo, "hasta ahora, no estamos hablando de finalizar (la búsqueda). Todavía hay sobrevivientes en lugares que no podíamos llegar de inmediato", agregó el gobernador.