Cambios Planetarios
El sismo ocurrió a las 9:31 hora local (00:31 GMT) y su epicentro se situó a 108 kilómetros de la localidad de Dobo, en las islas Aru, y a 24 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial.
"No hay peligro de un tsunami destructor, pero hay una posibilidad muy pequeña de que se produzca un tsunami local que podría afectar a las costas situadas a pocos cientos de kilómetros del epicentro", indicó el Centro de Alerta de Tsunamis.
De acuerdo con el reporte preliminar del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, el movimiento telúrico se registró a las 14:25 horas locales (17:25 GMT) de este jueves y alcanzó una magnitud de 5.7 grados en la escala de Richter.
El organismo indicó que el epicentro del temblor, que fue precedido por un fuerte ruido subterráneo, se ubicó a 56 kilómetros al sureste de la rural localidad central de la Ligua y a 116 kilómetros de profundidad.
La jornada sísmica se inició a las 00:07 horas a 56 kilómetros al oeste de Navidad, en la región de O'Higgins, con un sismo de 3,2 grados. La misma localidad había registró otros dos movimientos, de 4.4 a la 01.38 horas y de 3.3 a las 02.19.
Otras de las zonas afectadas durante la jornada con movimientos sísmicos fue Ollagüe, en la nortina Región de Antofagasta. En la zona se percibieron dos sismos: a las 00.10 horas, con 3.3 grados y a las 03.51 horas de grado 3.

Es muy probable que la inédita cifra de mil 300 sismos registrados en la entidad después del 25 de septiembre próximo pasado, obedezca, a una nueva falla geológica.
El geólogo del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE)-La Paz, Sergio Mayer Geraldo, explicó que se activó esta nueva estructura con el sismo de 6.3 grados registrado a las 17:45 horas del pasado 25 de septiembre; a 16 días de ese movimiento telúrico se han registrado 1.300 réplicas.
Según supo ayer, la Angop, el incidente aconteció por volta de las 14 horas y causó heridas graves y ligeras a otras 12 personas, incluyendo un profesor.
Entre los heridos, dos fueron evacuados para el Hospital Central de Bie, dos reciben tratamiento médico en la sede del municipio de Chitembo, mientras que los restantes, después de recibir los primeros socorros, tuvieron alta.
Los estados de Delta y Bayelsa son los más perjudicados, en los que 120.000 personas se han quedado sin casa, según la Cruz Roja de Nigeria. Miles de personas en estas dos regiones han tenido que volver a ser trasladados después de que los campamentos se inundasen. Los colegios han cerrado o se han convertido en refugio para los desplazados.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) aclaró que el número de desaparecidos es de once, dos más que lo anunciado previamente.
Seis personas resultaron heridas por el deslizamiento, que destruyó trece casas, causó daños a otras veinte y dejó al menos 165 personas damnificadas, según informes de la UNGRD.
Al margen de los daños personales, unas 320 casas han quedado completamente inundadas en la ciudad de Derbent, ubicada en la costa del mar Caspio.
En Derbent las autoridades locales han alertado a la población a través de los altavoces de las mezquitas y de los instalados en los techos de los coches que han recorrido toda la ciudad, según la emisora Ekho Moskvy.
Esta tormenta se debe a la llegada de eyecciones de masa coronal del Sol, llamadas CME, que fueron expulsadas directamente hacia la Tierra.
Las partículas ionizadas que vienen en estas CME, y que viajan con los vientos solares, cambian de polarización al llegar al escudo magnético de la Tierra. En este proceso pueden producir trastornos en las redes eléctricas y en el cielo nocturno hacen brillar las auroras boreales y australes.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial, situó el epicentro a 171 kilómetros de la localidad de Jayapura, en la provincia de Irian Jaya, y a 47 kilómetros de profundidad.
Indonesia forma parte del llamado "Anillo de Fuego del Pacífico" y sufre unos 7.000 temblores todos los años, la mayoría de ellos de baja magnitud.