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"Es el volcán más monitoreado de Sudamérica. No podemos descartar ningún escenario", dijo a la AFP su director, Mario Ruiz.Sobre un suelo de piedras rojizas, Ruiz señalaba hacia la inmensa llanura que se extiende a los pies del volcán entre prados, lagunas y manadas de caballos salvajes, un paisaje deslumbrante rajado por inmensos surcos profundos, huellas de la última gran erupción de 1877.
"En los 10 km alrededor del Cotopaxi no hay casi población ni vida, pero existe la posibilidad de que genere flujos piroclásticos -mezcla de gas, ceniza y fragmentos de roca- que pueden derretir el glaciar y formar esas avenidas de lodo y escombros, los lahares, que podrían ramificarse hacia poblaciones a decenas de kilómetros", explicó.
"El Cotopaxi y el Ruiz son similares: grandes volcanes, drenajes encañonados y unas planicies de depósito, donde se ha asentado la población." Hugo Yepes, técnico del Instituto Geofísico que estuvo en Armero, Colombia, hace 30 años.
"Los vecinos de los barrios de los cantones afectados deben limpiar la parte frontal de su casa. Vamos a conversar con los departamentos de higiene de los municipios para que puedan llevar la ceniza a los botaderos", dijo Villalva.
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