Cambios Planetarios
Unas 1.500 personas fueron desalojadas de sus comunidades por las tormentas, dijeron autoridades.
La capital del estado de Oyo, Ibadan, sufrió los peores daños de una inundación considerable. Las tormentas del viernes en la zona desbordaron una represa y el torrente arrasó viviendas frágiles en la periferia de Ibadan.
El caudal también dañó tres puentes en el área y aisló a las personas en varias comunidades, informó Tunde Adebiyi, un funcionario del servicio nacional de emergencia.
Según los informes, las lluvias continúan en diferentes áreas del distrito de Kairpur, inundando las zonas bajas. En la localidad de Imam Bux Jasjeli, un niño ha fallecido y otras cuatro personas han resultado heridas cuando se ha hundido el techo de su casa.
Otras seis personas, incluyendo niños, han perdido la vida y otras catorce han resultado heridas en las ciudades de Dadu, Naushero Feroz, Nawabshah, Mirpurkhas y Tando Adam, según ha informado el canal de televisión paquistaní Geo TV.
El último informe ubicó en 22 el número de fallecidos a causa de la tormenta. Los daños causados por el tifón, que pasó por Filipinas de camino a Taiwán con vientos de hasta 137 kilómetros por hora, se calculan en torno a los 1.400 millones de pesos filipinos (2,1 millones de euros).
En la noche del miércoles se declaró el estado de calamidad en Baguio, una localidad de cerca de 300.000 personas en la que cinco personas fallecieron después de que una sección de un vertedero se hundiera sobre un conjunto de casas residenciales, según ha informado la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
La madrugada de miércoles, Katia presentaba vientos sostenidos máximos cercanos a los 100 kilómetros por hora (65 millas por hora) y se espera que se fortalezca aún más.
De acuerdo con los pronósticos, Katia se convertirá en un potente huracán durante el fin de semana.
La Comisión Reguladora Nuclear (NRC por su sigla en inglés) dijo que despachó un equipo adicional de inspectores a la planta de Virginia que la semana pasada se vio sacudida por un sismo de magnitud 5,8, luego de que una primera revisión reveló que el movimiento habría sido mayor al que la planta habría sido diseñada para resistir.
La planta North Anna no puede reabrirse hasta que el operador demuestre que no hubo "daños funcionales" en el equipo necesario para una operatividad segura, dijo el regulador.
"La empresa y la NRC seguirán evaluando cuidadosamente la información para determinar si fueran necesarias medidas adicionales", dijo el regulador en un comunicado.
Hasta el momento no se han reportado de heridos ni daños materiales.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó que el terremoto de una magnitud de 6,8 se registró a 276 kilómetros (171 millas) de la capital, Dili.
Su epicentro fue localizado a 465 kilómetros (300 millas) debajo del Mar de Banda -demasiado profundo como para generar olas destructivas, informó el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la última víctima es un joven de 17 años aplastado por un desprendimiento de tierra, mientras que seis pescadores que habían desaparecido han sido rescatados.
La mayoría de las víctimas fallecieron ahogadas en las riadas, sepultadas bajo avalanchas de tierra o golpeadas por árboles y postes derribados por el vendaval.
"Nanmadol", que se ha debilitado mientras se aleja del país, deja detrás 335.326 personas afectadas, de las cuales 3.432 siguen dentro de centros de evacuación habilitados por las autoridades.
El informe cifra en 1.164 millones de pesos (19 millones de euros o 27,5 millones de dólares) el coste de los destrozos de propiedades privadas e infraestructuras y en 1.113 millones de pesos (18,15 millones de euros o 26,2 millones de dólares) el de los daños al sector agrícola.
"Nanmadol" entró en el archipiélago el pasado jueves con vientos de hasta 240 kilómetros por hora y acompañado de copiosas lluvias.
El mes pasado, 72 personas murieron en Filipinas por la acción combinada de una tormenta tropical y un tifón, que además afectó a un millón de habitantes.
La verdadera magnitud de la furia del huracán Irene comenzó a surgir el lunes, cuando la cifra de víctimas fatales aumentó a 44, varias poblaciones de Nueva Inglaterra padecían inundaciones tremendas y millones de personas estaban frente a la perspectiva descorazonadora de varios días sin electricidad en pleno verano.
Del estado de Carolina del Norte -en el centro de la costa oriental de Estados Unidos- a Maine -en el extremo nororiental-, los habitantes de numerosas comunidades hicieron trabajos de limpieza y empezaron a calcular los daños disparejos y difíciles de cuantificar. El meteoro no dejó un escenario de pesadilla en la ciudad más grande del país, pero le asestó un duro golpe a poblaciones tierra adentro.
Nanmadol tocó tierra justo antes del amanecer en el distrito de Taitung, en el remoto sureste, y se dirigió hacia las zonas costeras densamente pobladas en la costa oeste. Tenía vientos de 108 kilómetros (68 millas) por hora, por debajo de los picos previos que prácticamente doblaban esa medición.
Sacudió Taiwan después de dejar por lo menos 12 muertos en Filipinas, y otras nueve personas desaparecidas. Se prevé que pasará a unos 200 kilómetros (130 millas) al sur de la capital de Taiwán, Taipei, antes de dirigirse al Estrecho de Taiwán y la costa oriental de China.
A las 10 de la mañana (0200 GMT), muchos vuelos nacionales habían sido cancelados, y los funcionarios de la red de trenes de alta velocidad de Taiwan, que presta servicio en zonas densamente pobladas a lo largo de la costa oeste, consideraban suspender el servicio. La tormenta había descargado casi medio metro (20 pulgadas) de lluvia en el sur montañoso, donde la vulnerabilidad a derrumbes catastróficos llevó a la evacuación de unas 8.000 personas.