Traducido por el equipo de SOTT.net
Japón está viendo cómo el número de personas atacadas por osos en el año fiscal 2023 aumenta a un ritmo sin precedentes, según datos recientes del gobierno, que advierte a la población de la posibilidad de más encuentros, ya que los animales salvajes se alimentan antes de la hibernación en un año de escasez de frutos secos.

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Un oso negro en una zona residencial de Kanazawa, Japón, el 29 de septiembre de 2010.
Un total de 109 personas resultaron heridas, dos de ellas mortalmente, entre abril y septiembre, la mayoría en el norte de la isla principal de Japón, Honshu, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente. La cifra es la más alta para el mismo periodo desde el año fiscal 2007, cuando el gobierno comenzó a elaborar estas estadísticas mensuales.
El récord actual de personas heridas por estos animales, que incluyen osos negros asiáticos y osos pardos de Ussuri, es de 158 en el año fiscal 2020.
Quince prefecturas sufrieron víctimas durante el periodo de seis meses desde abril, con cerca del 70% de los casos en el noreste de Japón, según los datos preliminares del ministerio publicados a principios de octubre.
Por prefecturas, Akita fue la que registró más víctimas, con 28 personas, seguida de Iwate y Fukushima, con 27 y 13 personas, respectivamente, según los datos.
Una persona murió en agosto en Iwate, la primera muerte por un oso salvaje en la prefectura desde 2009. Otra víctima mortal se produjo en la isla de Hokkaido, la más septentrional del país, donde habitan osos pardos.