
Quebrada El Capulí. Las familias afectadas por la inundación sacaron sus bienes para que se sequen después de la inundación del viernes.
El fuerte aguacero del viernes causó una nueva inundación en menos de tres meses. Los caudales provocaron que el material que apuntalaba el encofrado del colector se viniera abajo.
Este material, sumado al granizo, taponó el flujo normal de la quebrada. Ayer, los vecinos de El Blanqueado continuaban con los trabajos de limpieza dentro y fuera de sus viviendas. Segundo Palaquivay vive en el sector desde hace 7 años. Durante la mañana, en compañía de sus hijos cavó una zanja en el exterior de su casa, para tratar de desviar el agua en caso de otro aguacero.
Según él, desde que se iniciaron los trabajos de construcción del colector, se rellenó la calle de los rieles con la tierra que salía de la quebrada. "Desde entonces cada vez que llueve, las viviendas se inundan y se llenan de lodo. Ya vamos cuatro meses con este problema. No sabemos qué hacer".
El pasado 4 de febrero se produjo ya una inundación en este sector. En esa ocasión, la aseguradora de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) indemnizó a 30 familias, por las pérdidas económicas que sufrieron.