Tal parece que la Madre Naturaleza estaba decidida a terminar el 2014 de manera dramática, con un aumento en las condiciones meteorológicas extremas y los cambios planetarios en diciembre.
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Las tormentas de nieve enterraron ciudades en el extremo oriente de Rusia y el noreste de China, donde una cascada del río Amarillo se congeló parcialmente. Japón fue golpeado con nevadas récord por segunda vez en un año, mientras que una intensa helada cobró la vida de al menos 150 personas.
Una semana de tormentas eléctricas consecutivas trajeron granizo, inundaciones y daños generalizados en Sidney, Australia, mientras que un enorme socavón se tragó tres coches en Melbourne. Siguen apareciendo grandes números de peces y ballenas muertas en las costas, lagos de agua dulce y ríos, en parte, gracias a un aumento de la actividad volcánica, demostrado en la superficie a través de erupciones volcánicas en Indonesia, México, Islandia, Cabo Verde, Hawái y Japón.
La larga sequía en Sao Paulo terminó abruptamente con fuertes lluvias que convirtieron las calles en ríos. Se formaron trombas marinas en Australia y en el Mediterráneo, un tornado golpeó el centro de Los Ángeles por primera vez en décadas, mientras que otra oleada de tornados "fuera de temporada" en el sur de EE.UU. dejo 5 muertos y decenas de damnificados. Las "peores inundaciones en décadas" azotaron el sudeste asiático, especialmente Malasia y Sri Lanka, donde un cuarto de millón de personas tuvieron que evacuar sus hogares.
Comentario: Han ido apareciendo socavones con alarmante frecuencia alrededor del planeta. Muchos son explicados como causados por fuertes lluvias tras tormentas, o hundimientos causados por alguna alteración cercana, bien natural o causada por el hombre. De cualquier manera, si los unimos a los numerosos cambios terrestres que están ocurriendo por todo el globo, los socavones proporcionan más evidencia de que la superficie de la tierra parece estar deshaciéndose. Para más información sobre lo que realmente está causando estos cambios, le animamos a que lea el libro (en inglés) de Pierre Lescaudron: Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica.