Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández© Desconocido
Las centrales de energía nuclear del Japón envejecen a toda velocidad, al igual que sucede con lo cibernético, manteniéndoselas en funcionamiento mediante la sustitución continua de sus piezas. Y ahora que Japón ha entrado en un período de actividad sísmica y que en cualquier momento podría sobrevenir un accidente grave, la gente vive en estado de constante ansiedad.Los sismólogos y los geólogos están de acuerdo en que, tras cincuenta años de inactividad sísmica, a partir del terremoto de Hanshin-Awaji de 1995 (terremoto que se produjo al sur de la Prefectura de Hyogo), el país ha entrado en un período de actividad sísmica. En 2004, el terremoto Chuetsu golpeó la Prefectura de Niigata, ocasionando daños en el pueblo de Yamakoshi. Tres años después, en 2007, un terremoto que se produjo en el fondo del mar cerca de la costa de Chuetsu dañó gravemente los reactores nucleares de Kashiwazaki-Kariwa. En 2008, tuvo lugar otro terremoto en las Prefecturas de Iwate y Miyagi, haciendo que toda una montaña despareciera por completo. Después, el terremoto de la Bahía de Suruga puso en estado de emergencia la planta nuclear de Hamaoka. Y ahora, el 11 de marzo pasado, sufrimos el terremoto que se produjo en el fondo del mar cerca de la costa noreste. Y se teme que el período de actividad sísmica continúe durante décadas. Desde la perspectiva de la sismología, un espacio de diez o quince años no es más que un momento en el tiempo.
Debido a que la Placa del Pacífico, la mayor de las placas que envuelven la tierra, está en movimiento, predije que habrían fuertes terremotos por todo el mundo.
Como me temía, tras el terremoto de la bahía de Suruga de agosto de 2009, que se produjo en forma de triple choque, le siguieron en septiembre y octubre los terremotos de Samoa, Sumatra y Vanuatu, de magnitudes de ente 7,6 y 8,2. Eso significa de tres a once veces la fuerza del terremoto de la Prefectura del Sur de Hyogo.