Cambios Planetarios
Varias zonas de la ciudad turística se cubrieron del polvo que arrojó el Puyehue
San Carlos De Bariloche. - El volcán Puyehue en la cordillera de Chile a unos 45 kilómetros de Villa la Angostura entró en actividad y en cuestión de minutos después de las 16 horas oscureció en la región donde cae una persistente lluvia de cenizas. Chile emitió un alerta roja de grado 5.
La lluvia de cenizas volcánicas se comenzó a registrar en Bariloche luego de la cobertura total de cielo que se registró en cuestión de minutos después de las 16 horas.
La caída de cenizas es constante y cubrió la superficie en esta ciudad situada a más de 120 kilómetros del cordón volcánico en actividad, al otro lado de la frontera con Chile y a 45 kilómetros de Villa la Angostura.
Las comunicaciones de telefonía celular se encuentran interrumpidas de manera esporádica.
La Oficina Nacional de Emergencia informó que aumentó su actividad sísmica en las últimas horas, lo que podría derivar en una erupción. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, aclaró que se están "adoptando medidas de prudencia".
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, aclaró que se están "adoptando medidas de prudencia". "No debe la población alarmarse. No hay un riesgo inminente sino que estamos protegiendo a nuestros compatriotas", agregó.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) detectó que el volcán Puyehue, en el cordón Caulle, a 870 km al sur de Santiago, aumentó su actividad sísmica en las últimas horas, lo que podría derivar en una erupción.
Por eso, se decidió evacuar a unas 600 personas de los distritos de Puyehue, Río Bueno, Futrono y Lago Ranco, ubicados en una zona de un gran valor ecológico e interés turístico, pero de escasa densidad de población.
En un comunicado, el organismo señaló que "en las últimas seis horas, se registró un promedio de 230 sismos por hora, de los cuales 12 eventos presentaron magnitudes mayores a 4 grados Richter y 50 eventos mayores a 3 grados lo que indica la posibilidad de una erupción en las próximas horas".
El percance se produjo en la noche del martes, en el transcurso de una intensa tormenta de la que este diario informó ayer a la espera de conocer la evaluación municipal de los desperfectos que la descarga eléctrica produjo en la sala de musealización de la principal torre del castillo. Lo único que se ha sabido hasta el momento es que todo el sistema eléctrico de la fortaleza ha quedado inutilizado, pero la potencia del rayo también afectó al transformador del barrio del Rabal, próximo al castillo, que dejó sin luz al casco antiguo hasta que el suministro pudo ser restablecido horas después.
La avería en el transformador afectó, a su vez, al centro emisor y receptor de telecomunicaciones del que hace uso el Ayuntamiento de Villena, y que se halla situado en el enjambre de antenas que domina la Sierra de la Villa. Una circunstancia que, según explicaron ayer los responsables municipales, ha podido ser el origen de los problemas surgidos en la red de telefonía e internet del Consistorio y del resto de edificios municipales.
Los cadáveres pertenecen, con casi toda seguridad, a los 200 desaparecidos de un barco que naufragó en esa zona. Los inmigrantes, que podrían ser hasta 270, viajaban en un pesquero cuyo rastro se perdió. Otros 570 pudieron ser rescatados. Iban en más de una embarcación.
Los emigrantes clandestinos eran en su mayoría subsaharianos y huían del conflicto libio con la intención de llegar a Italia.
Carole Laleve, del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, precisó que los cuerpos se encontraron en "las costas de Kerkenah", así como que "las operaciones de búsqueda continúan".
Los ciclones dejaron una huella de escombros, árboles caídos y edificios dañados en la ciudad de Springfield, donde las cámaras captaron el momento en que uno de los remolinos de viento cobraba fuerza sobre el río Connecticut.
La temporada de tornados ha dejado ya cerca de 500 muertos en estados del centro y el sur del país, pero en el este, donde se ubica Massachusetts, hacía más de 15 años que no había víctimas fatales por uno de estos fenómenos meteorológicos.
Vea en este video de BBC Mundo la naturaleza en colisión con las construcciones urbanas.
Las condiciones pudieran tornarse favorables para un lento desarrollo tropical del sistema en los próximos días, agrega la nota del INSMET.
La víspera 1 de junio dio inicio la temporada ciclónica para el Atlántico Norte, Mar Caribe y Golfo de México, que se extenderá hasta el 30 de noviembre y para la que se espera el desarrollo de 13 organismos ciclónicos.
Las condiciones en la atmósfera superior son un poco menos propicias, que el pasado año, considerado un período muy activo al registrar 19 meteoros, entre los que sobresalen 12 huracanes, cinco de ellos de gran intensidad.
Sin embargo, el doctor José Rubiera, director del Centro de Pronósticos del INSMET señaló recientemente que lo más importante es estar bien preparados.
En su alerta sísmica, el organismo informó que el movimiento de tierra se detectó a las 11:29 horas, a una profundidad de 16 kilómetros, y a 18.46 grados latitud norte y -101.51 grados longitud oeste del territorio nacional.
Su epicentro se ubicó 414 kilómetros al noreste de Tokio, la capital del país, y 308 kilómetros al este de Fukushima, de acuerdo con el USGS. Hasta ahora no se tienen reportes de lesionados o daños.
El sismo se registra casi tres meses después de que, el 11 de marzo, un terremoto de 9 grados sacudiera el noreste de Japón y generara un tsunami, causando la muerte de más de 14,000 personas y miles de desaparecidos. También averió la planta nuclear de Fukushima Daiichi, donde las autoridades buscan terminar de controlar los reactores dañados y evitar una crisis nuclear.
Impresionantes imágenes tomadas desde un helicóptero por el Canal 7 de Australia muestran una serie de trombas marinas de gran alcance cerca del suburbio costero de Terrigal, en la costa de Australia, Nueva Gales del Sur. Varias columnas de gran alcance de remolinos de aire se podían ver a lo largo de la superficie del agua cerca de la costa. El Canal 7 reportó que las columnas alcanzaron alturas de hasta 600 metros (casi dos mil pies), pero se disiparon a medida que se acercaba a tierra. Esta maravilla de la naturaleza vino con fuertes vientos y fuertes lluvias que también azotaron otras partes del estado, causando inundaciones repentinas y caos en el tráfico de Sydney.