Segunda parte de: El CO2 No Causa el Cambio ClimáticoEn las rocas está inscrita una intrigante historia de cambios climáticos que comprende las formaciones geológicas establecidas durante el Período Carbonífero. Los depósitos de carbón juegan un rol importante en este registro del clima.
El carbón se compone en su mayoría de acumulaciones de plantas fósiles depositadas en pantanos tan privados de oxígeno que las bacterias y otras formas de vida no podían sobrevivir para alimentarse de los restos. La razón para el nombre "Período Carbonífero" es la explosión del enorme crecimiento explosivo de plantas y formación de mantos de carbón que ocurrieron entre unos 286 y 360 millones de años.
Los geólogos norteamericanos encontraron conveniente dividir al Período Carbonífero en dos partes:
La primera mitad es llamada el "Período Mississippi" y se caracteriza por depósitos, en su mayor parte, de espesas calcitas marinas en áreas tropicales de baja profundidad.
La última mitad del Carbonífero es llamada el "Período Pennsylvania", y contiene en su mayor parte sedimentos y juntas de carbón creadas por los deltas de ríos con meandros, periódicamente interrumpidos por inundaciones marinas. Muchos lugares en el mundo contienen importantes mantos de carbón depositados durante este período.
En West Virginia las varias juntas o cordones carboníferos tienen sus propios nombres como: Pocahontas, Sewell, Tagle, o Coalburg. Hay sutiles pero notorios cambios en el carácter y propiedades de los mantos de carbón a lo largo del Período Pennsylvania, en su mayor parte debido al enfriamiento del clima y muy posiblemente también debido a la disminución de las concentraciones de dióxido de carbono.
Comentario: A lo largo de la historia, muchos cambios climáticos fueron provocados por erupciones volcánicas, que, a su vez, están asociadas a terremotos los cuales también están asociados a una alta actividad cometaria en la atmósfera, es decir una gran cantidad de meteoros que entran en la atmósfera terrestre y cometas que se acercan a la Tierra. Paulatinamente se hace más fuerte y concreto el hecho objetivo que estas catástrofes y cambios no son ni esporádicos, ni casuales, sino todo lo contrario, son frecuentes y periódicos.
Teniendo esto en mente, si consideramos que el año pasado vio el récord de terremotos y hubo muchas erupciones volcánicas en todas partes, ¡podemos estar seguros de que el 2015 se pronostica como un año interesante!
Para ver un análisis exhaustivo de esto, los libros Cometas y los cuernos de Moisés, de Laura Knight-Jadzcyk, y Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica, de Pierre Lescaudron en conjunto con Laura, son fuentes imprescindibles, dentro de la serie Historia Secreta del Mundo.
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